Tras reconocer el problema generado por el tráfico incontrolado en el Casco Vello tras la retirada de bolardos, el Concello de Ourense, que ya ha asumido el problema pese a negarlo inicialmente, comenzó con las pruebas para un sistema de control de acceso a estas zonas restringidas. La Policía Local comenzó las pruebas de identificación de matrículas en la intersección de la rúa do Progreso con la rúa da Concordia.
El concejal de Seguridade Cidadá, Telmo Ucha, acompañado de responsables de la Policía Local y técnicos municipales, asistieron a las pruebas con un sistema que leerá las matrículas para controlar el acceso a la zona histórica, para comprobar que los vehículos que acceden tienen el permiso para hacerlo. "Será un sistema complementario aos controis de velocidade fixos e móbiles que se porán en marcha coa maior brevidade posible", apuntó Ucha.
El sistema identifica las matrículas y lee las plazas de los vehículos, según el Concello, utilizando inteligencia artificial para el cruce de datos.
Los datos se subirían a la nube para controlar los vehículos que pasan en un momento determinado por cada calle, para conocer al instante las necesidades que hay en la movilidad de la ciudad. También se vigilará aquellos que no tienen distintivo medioambiental, para lejar estos vehículos de los casos urbanos.
Pese a las reticencias iniciales, el Concello ha reconocido que es necesario solventar el "problema" de acceso al centro histórico.
