Ciudad

Socavones y baches imponen su ley en las calles ourensanas

photo_camera El cruce de Valle Inclán con Celso Emilio Ferreiro, con un socavón.

La elevada densidad de vehículos y la falta de mantenimiento complican el tráfico en numerosos viales de Ourense, con especial incidencia en aquellos en los que se utilizó el modelo adoquinado

Socavones, grietas y baches se han convertido en dueños de una larga lista de calles de la ciudad de Ourense. Un simple paseo por el centro o alguno de los barrios permite comprobar cómo sus viales piden a gritos una actuación integral más allá de los parcheados que se puedan ir acometiendo, retoques que se realizan continuamente, tal y como asegura el concejal de Infraestructuras, José Araújo, que destaca "que as canles de comunicación habilitadas para avisar de incidencias permiten atendelas moitas veces no mesmo día", algo que confirman los líderes de las federaciones vecinales Limiar y Miño.

Sin embargo, hay problemas que necesitan una reforma integral y ambiciosa. Así lo reclaman desde hace tiempo en la asociación de vecinos Centro, señalando calles como Bedoya, Ramón Cabanillas, Valle Inclán o Manuel Pereira, todas ellas con un denominador común, el firme de adoquinado, claramente maltratado por el paso del tiempo y que obliga a circular muy pendiente de los baches.

"Genera desgaste en los coches y afecta a la seguridad. En su momento, se puso con el objetivo de reducir la velocidad, pero necesita un mantenimiento muy grande", destaca el experto en movilidad Laureano Bermejo, que incide también en el desgaste de las líneas que señalizan los carriles o los pasos de cebra, que también necesitan un repaso.

Otras zonas

Fuera del centro, los ejemplos de calles que necesitan un paso por el taller son fáciles de encontrar. En San Francisco, Serra Martiñá o Serra San Mamede; en la subida desde el Auditorio hacia el parque de Montealegre; en la rúa Remedios de O Couto; Bonhome o la Saínza en A Cuña y Mariñamansa.

"Somos conscientes e traballamos para mellorar, pero recordo que hai limitacións, tanto presupuestarias como de traballadores", señala Araújo, que pone como ejemplo la inclusión en el plan de obras de la reforma de la rúa Ribeira de Canedo, en el barrio de A Ponte, que se ejecutará en la segunda fase durante este año.

La visión difiere bastante entre los grupos de la oposición. Los concejales Javier Rey (PSOE) y Miguel Doval (Ourense en Común), responsables en sus partidos de acudir a las juntas de área de infraestructuras, son muy críticos con la labor del gobierno local en materia de mantenimiento de calles.

"Es una de las áreas más deficientes y lo que más notan los vecinos, es incomprensible que con el dinero que hay en caja esté la cosa así, es un problema de actitud", dice Rey, con quien coincide Doval, que señala que "é bastante evidente o estado lamentable de algunhas rúas, máis cando os veciños pagamos impostos, as desculpas son de mal pagador".

Conflictos

La titularidad de las calles, algunas de en manos de Diputación, Xunta y Estado, también condiciona en determinadas situaciones la conservación. También, a veces, surgen conflictos, como después de una obra. Así acontece en la avenida Nosa Señora da Saínza, a la altura de los nuevos accesos al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, dañada por el tránsito de los camiones durante la construcción de los nuevos viales. El Concello está batallando con la empresa responsable de los trabajos para que se haga cargo del arreglo de los daños ocasionados. 

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