Solo quedan los escombros de la antigua estación de autobuses de Ourense

photo_camera Labores de demolición en la estación de autobús.
Las obras de demolición que comenzaban en octubre están a punto de terminar.

Después de 30 años viendo las idas y venidas de los viajeros, después de más de dos décadas escuchando el sonido de las maletas, la estación de autobuses de Ourense se está quedando sin cimientos.

Las operaciones para reducir a escombros a la veterana estación comenzaban el 26 de octubre, con una inversión por parte de la Xunta de 523.000 euros. Durante tres meses los operarios no han parado de retirar material para poder dejar el solar vacío, este se usará a partir de ahora para construir un centro geriátrico de la Fundación Amancio Ortega. Las obras se realizaron de forma simultanea a la construcción de la nueva estación intermodal, la última previsión indica que podrá estar entregada el día 24 de este mismo mes.

Primera fase

Comenzaba a finales del mes de octubre cuando las máquinas iniciaron trabajos previos en el exterior y la retirada de material del interior, como el desmontado de mobiliario, carpinterías, elementos de fontanería, instalación eléctrica y otras instalaciones. Por aquel entonces se instalaron unas marquesinas provisionales donde se ubicaban normalmente los taxis para facilitar a los autobuses la recogida de viajeros.

Segunda fase

Desde el 23 de diciembre hasta hace pocos días se procedió a demoler los tabiques, pavimentos y revestimientos, hasta vaciar por completo la primera planta y la zona donde se ubicaban las dársenas; para esta labor se usaron retroexcavadoras y grúas.

Fase actual

La demolición se encuentra ahora en su punto final. Tal y como se aprecia en el vídeo, la maquinaria se está encargando de la retirada de escombros en la zona del tejado, y todavía quedaban recientemente restos de las estructuras de la primera planta. Actualmente siguen llegando autobuses a la estación que tienen habilitado un recinto especial alrededor de las obras para poder continuar con su actividad.

Definitivamente, Ourense se queda sin una infraestructura icónica que ha acompañado a los turistas y vecinos de la ciudad a lo lardo de dos generaciones y sigue a la espera de que se ponga en funcionamiento la nueva estación intermodal del barrio de A Ponte.

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