La zona verde junto a la plaza Ribeiriño, bajo el Puente Romano, acoge cada tarde de verano a los ourensanos que acuden a refrescarse ante las altas temperaturas. Algo que es ilegal en esta zona y tomar por sorpresa a algunos bañistas como Nicole Maya y Vanessa García. Las dos concuerdan en que no encontraron ningún cartel informativo sobre esta situación: "Viene ahora mucha gente a bañarse y no te encuentras nada que ponga que está prohibido", indica Maya.
El paso del covid-19 con las restricciones de aforo en piscinas y las solicitudes de cita previa, colocan a las orillas del Miño como zona de baño para ourensanos. Un espacio que carece de control alguno debido a su prohibición salvo en La Antena. "Con el calor que hace en Ourense, junto con las nuevas normas para ir a las piscinas, hacen que aquí haya más gente", cuenta Jonathan Prado, quien tampoco estaba informado sobre la ilegalidad de la actividad en esta zona del río.
Ante la creciente demanda reclaman una zona habilitada con un control para permitir el baño con seguridad: "Viene muchas gente, incluso niños, no estaría mal alguien que vigilase", afirma García. Por otro lado, Maya opina que "si en las termas tienen a una persona vigilando, aquí también pueden".
La mayor problemática en esta zona son los comportamientos irresponsables de algunos bañistas: "Muchos se tiran desde el puente porque no tienen cabeza ninguna y no son responsables", lamenta Maya.
La Antena, sin vigilancia
El Concello alega que la playa fluvial no cuenta con vigilancia por la falta de bañistas. Ayer por la tarde fue uno de los lugares escogidos por los ourensanos por refrescarse, por lo que piden alguien que controle la zona. "Hace falta alguien que vigile porque las corrientes del río son peligrosas", afirma Iria Cudeiro, quien acudió con sus amigos a La Antena.
Junto a ella, Candela Fernández señala las precauciones que toman a la hora de darse un baño: "Buscamos una zona que nos parece más segura para meternos en el agua", cuenta. Otros, prefieren tomar solo el sol.