Dos técnicos difieren en sus informes sobre la necesidad de depositar la fianza, fijada en 16.735 euros
El portavoz municipal del BNG en Ourense, Xosé Somoza, empleó como argumento que su finca era un solar, y evitar así el pago de la fianza por la rehabilitación integral de la vivienda, ubicada en la calle Aureanas del pueblo de Oira. El concejal nacionalista presentó alegaciones en el Concello contra el depósito de un aval, que se cifró en 16.735 euros, después de que el servicio de licencias urbanísticas dictaminase, a través de la técnica Begoña Carvajales, que era necesaria la constitución del aval en cuantía suficiente para garantizar la ejecución simultánea de las obras de urbanización. Por ello, daba traslado al ingeniero municipal. Eso ocurría en octubre de 2013 y un mes después, el 26 de noviembre -sólo un día antes de que la junta de gobierno extraordinaria y urgente le diese licencia pues el 28 se suspendían los permisos al comenzar la exposición pública del PXOM en tramitación-, el asesor jurídico de Urbanismo Luis Murias firmaba un informe en el que precisaba que, al tratarse de un solar, como alegó el concejal, no procede la fijación de aval para garantizar las obras de urbanización. Lo que sí debió presentar Xosé Somoza fue el compromiso de uno de los apartados del artículo que regula los depósitos de fianzas en suelos que no son solares; esto es, el compromiso de no utilización de la construcción hasta que no esté rematada la obra de la urbanización.
El técnico precisa, eso sí, que previamente a la concesión de la licencia de primera ocupación, se comprobará la correcta ejecución de las zonas a urbanizar de la vivienda unifamiliar, sin que se pueda obtener permiso de ocupación hasta la comprobación por los servicios municipales de la correcta urbanización. Aquella junta de gobierno extraordinaria atendió este parecer del técnico y dio el permiso condicionado a que presentase el citado compromiso pero sin imponer aval alguno.
Con todo, el mayor problema del edil nacionalista en lo que a la construcción de su casa se refiere es la titularidad del terreno que necesita por otra calle, Marcial Valladares, para tener un acceso rodado a la parcela. Ese mismo problema lo tiene su vecino colindante, que también pidió información para clarificar el problema a la Confederación Hidrográfica, que en su día expropió una pequeña línea como servidumbre de acueducto pero que devolvió la mayor parte de lo que ocupó para construir colectores al propietario original, el que pleitea e impide el paso rodado a los otros dos.
Por cierto que la Hidrográfica respondió en 2011 al vecino colindante de Somoza que aquello es zona de dominio público y servidumbre de acueducto, aunque el jueves pasado aseguraba que la mayor parte del terreno fue devuelta al propietario tras realizar las obras. De hecho, el que alega ser titular dispone de un documento que parece acreditar que sobre los 86 metros cuadrados más conflictivos sólo hubo por la Confederación una ocupación temporal.
