El BNG, el partido que cogobernó con el PSOE la ciudad durante cinco años, hasta el pasado septiembre, ve ahora, 'dende os bancos da oposición, como o goberno está a caer polo seu propio peso'. Su portavoz, Xosé Somoza, cree que el grupo socialista en minoría está 'en descomposición' porque 'non hai unha boa relación entre os membros do equipo de goberno' que hace que, a su modo de ver, 'non sexa capaz de tomar decisións ou de levar a cabo un proxecto de orzamentos válido para a cidade', entre otras cosas.
En estas declaraciones, efectuadas tras una reunión de la junta de portavoces, la formación nacionalista volvió a poner sobre la mesa la difícil gobernabilidad del Concello y a lamentarse de que su exsocio de gobierno no la tenga 'en consideración' y no cumpla lo acordado en el pleno en el que los nacionalistas evitaron la reprobación del alcalde. Así, Somoza dijo estar 'agardando que haxa movementos' por parte del PSOE con respecto a su petición de ceses por los gastos impropios del grupo. Incluso abrió la puerta a posibles cambios: 'A cuestión de non pactar nunca co PP non significa que, en función dos acontecementos, poida haber cambios no Concello', dijo sin querer dar más detalles, aunque añadió que es el propio gobierno el que 'cae' por su actitud, más que por la acción de oposición del PP o el BNG.
Mientras, el alcalde, Agustín Fernández, continuó con los mismos argumentos que viene exponiendo desde que comenzó la crisis con el BNG: que no hay parálisis municipal -esgrimió el funcionamiento de los servicios y la próxima apertura de nuevos equipamientos, como el Banco de España y el claustro de San Francisco- y que 'saberemos encontrar cos grupos políticos, sobre todo co BNG, formas para que as súas suxerencias sexan aceptadas'. El regidor apeló a la madurez de los partidos para 'encontrar a fórmula de que as nosas sensibilidades coincidan', especialmente 'no día a día. Veredes que as nosas sensibilidades van confluír'.
De esta forma, derivaba al quehacer diario del gobierno el posible acuerdo con el BNG, que sigue reclamando responsabilidades por los gastos impropios del grupo municipal. Exactamente esa fue la misma reacción que horas después tuvo la secretaria local del PSOE, Carmen Rodríguez, que hizo un llamamiento al BNG para 'que apoie ás medidas de avance para Ourense' que, a su juicio, representa el gobierno socialista, y hacer un frente común con los gobiernos de la Xunta y Madrid, 'que nos están oprimindo'. Rodríguez se marcó como reto lograr una relación 'máis fluida e harmoniosa' con los nacionalistas.
EL PP, DISPUESTO A PACTAR
Por su parte, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, señaló que 'aínda que Somoza dixo que non pactaría con nós, seguimos abertos porque a gobernabilidade do Concello está por encima dos intereses partidistas'. Así, el popular se mostró dispuesto a llegar a un acuerdo 'con quen fose polo ben da gobernabilidade da cidade', toda vez que, asegura, el gobierno actual se caracteriza por el 'inmobilismo e a parálise total'.
Mientras, el alcalde, Agustín Fernández, continuó con los mismos argumentos que viene exponiendo desde que comenzó la crisis con el BNG: que no hay parálisis municipal -esgrimió el funcionamiento de los servicios y la próxima apertura de nuevos equipamientos, como el Banco de España y el claustro de San Francisco- y que 'saberemos encontrar cos grupos políticos, sobre todo co BNG, formas para que as súas suxerencias sexan aceptadas'. El regidor apeló a la madurez de los partidos para 'encontrar a fórmula de que as nosas sensibilidades coincidan', especialmente 'no día a día. Veredes que as nosas sensibilidades van confluír'.
De esta forma, derivaba al quehacer diario del gobierno el posible acuerdo con el BNG, que sigue reclamando responsabilidades por los gastos impropios del grupo municipal. Exactamente esa fue la misma reacción que horas después tuvo la secretaria local del PSOE, Carmen Rodríguez, que hizo un llamamiento al BNG para 'que apoie ás medidas de avance para Ourense' que, a su juicio, representa el gobierno socialista, y hacer un frente común con los gobiernos de la Xunta y Madrid, 'que nos están oprimindo'. Rodríguez se marcó como reto lograr una relación 'máis fluida e harmoniosa' con los nacionalistas.
EL PP, DISPUESTO A PACTAR
Por su parte, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, señaló que 'aínda que Somoza dixo que non pactaría con nós, seguimos abertos porque a gobernabilidade do Concello está por encima dos intereses partidistas'. Así, el popular se mostró dispuesto a llegar a un acuerdo 'con quen fose polo ben da gobernabilidade da cidade', toda vez que, asegura, el gobierno actual se caracteriza por el 'inmobilismo e a parálise total'.
