Sonia Ogando Vázquez, procuradora y número 7 de la candidatura del PP en Ourense, habla sobre su experiencia en las listas municipales
La mañana que La Región publicó "la procuradora Sonia Ogando, en el equipo de Jesús Vázquez" hubo choteo en los pasillos de la justicia ourensana. "Me acabo de enterar de que tienes bigote, pero a cambio has ganado unos ojos azules". La información, en la que también se contaba la incorporación de Francisco Marín a la candidatura del PP en la capital, se ilustraba con una fotografía del expresidente la Confedaración Hidrográfica Miño-Sil y dio pie a chanzas en la sede judicial. La anécdota esclarece que el reconocimiento profesional no siempre está acompañado del foco mediático.
"Trátame bien que esta es mi primera entrevista", avisa la protagonista de la Última llamada. Esta conversación pudo haberse celebrado hace cuatro años. El periodista cubría por primera vez unas elecciones municipales en Ourense y la procuradora Sonia Ogando estuvo a punto de formar parte de la candidatura de Jesús Vázquez. "Le dije que no por motivos familiares. Los niños eran muy pequeños y no podría implicarme todo lo que requiere un paso como este". Durante todo este tiempo ha "trabajado a destajo porque los procuradores estamos acostumbrados a hacer muchas horas" sin que las cámaras la apuntasen.
Pero el teléfono volvió a sonar. "Jesús me llamó por segunda vez, los niños han crecido, vi el fichaje de Santiago Rodríguez como número 2 y no dudé. Fue lo que me empujó definitivamente a dar el paso porque lo conozco mucho". La información sobre su incorporación a la candidatura del PP corrió como un cotilleo por Ourense con la diferencia de que no se trataba de un rumor. El domingo se presenta como número 7 de la lista. "Algunos me dijeron que estoy 'toliña' porque con despacho, trabajo y dos hijos no tengo necesidad de meterme en estos líos. ¿Toliña? Para mí es un orgullo que me hayan llamado y un privilegio porque es una oportunidad para trabajar por los demás. Quiero que mis hijos de 17 y 12 años se queden aquí y no se tengan que marchar. Y quiero aportar mi granito de arena si me dejan".
Hija de un apoderado de una empresa constructora y de una maestra que no ejerció, esta ourensana nacida en 1971 y licenciada en Derecho por la Universidad de San Lorenzo del Escorial cuenta con el respaldo de su familia para afrontar el brinco vital. "Mi madre está resignada y mi marido es un santo, soy afortunada con la familia", aclara entre risas. El santo es orientador, imparte clase en Trabajo Social y tampoco la frenó cuando aceptó ser durante cuatro años tesorera del Colegio de Procuradores. "A lo mejor es que soy muy atrevida, pero me gusta participar y trabajar. También estoy en la APA del colegio".
El momento
Hace cuatro años el viento soplaba de cola para los populares, hoy la previsión no es tan favorable. "Por eso ahora es cuando más hay que arrimar el hombro. Cuando me dicen que el momento no es bueno, contesto que Jesús y el PP llevan cuatro años trabajando y nos merecemos otros cuatro para terminar lo que la oposición no ha dejado. Con trabajo, buena gestión y diálogo Ourense saldrá adelante".
La campaña le está resultando apasionante. "Quizá es por mi carácter, pero me encanta relacionarme con la gente. Toca escuchar muchos problemas, pero es la manera de poder solucionarlos". Contesta al otro lado de la línea después de participar en una reunión, llevar a su hijo mayor al dentista y antes de salir pitando para un acto de la candidatura. "Llevo con mucho optimismo e ilusión la campaña. Te pido no te olvides de escribir que mis compañeros de partido me lo ponen muy fácil y tienen una calidad humana increíble. Al ser nueva les pregunto todo. Doy el paso, salgo de mi zona de confort y quiero hacerlo bien".
