19º FESTIVAL DE JAZZ

Stanley Jordan, como siempre

photo_camera Un instante del concierto de Stanley Jordan en el Café Latino.

El guitarrista de Chicago inauguró el 19º festival de Jazz en el Café Latino alternando ritmos de piano y de guitarra

Alcanza el escenario con discreción de puro camuflaje, es como si la técnica musical que dice su leyenda le ayudara a desplazarse. Gasta fama de tímido, nada que ver con guitarristas a su altura que simulan vedettes. Semeja cierto aire místico, como si interiorizara para sí cada punteo, cada vez que despliega sobre su instrumento esa técnica arrasadora, capaz de simular que tiene su cerebro dividido en dos, uno en cada mano. Viéndolo tocar uno se aburre, se siente capaz, hasta que cambia de ritmo, de melodía, y eso ocurre a cada instante.

Pocos músicos de hoy alcanzan sus registros, con una técnica tan invasiva como perfecta, capaz de abordar una canción rock con la frescura y el romanticismo de una pieza de música clásica, pasar del jazz al funk, sin perder un ápice del origen, el blues, y eso sin despeinarse o casi, capaz de abordar a la vez piano y guitarra, asombroso. Por su físico tampoco pasan los años, a veces parece un clon del mismísimo Michael Jackson, a quien versioneará, “The Lady in My Life”. Se inspira en la música popular, a la que se acerca cual cazador, hasta salir con una pieza instrumental revisitada.

A Stanley la música le fluye, como si se la encontrara a cada paso, sin remilgos ni ascos hacia nada, reinterpreta por igual a Keith Jarrett, Beatles, Led Zeppelin, Simon And Garfunkel, Mozart, o Béla Bartók, como si fuera un homenaje contínuo. Es capaz de tamizar cualquier sonido bajo esa maquinaria picadora que es su propia técnica, su manera de hacer, convirtiéndolo todo en una sesión ambient de aeropuerto, capaz de aburrir o extasiar. En el café Latino, en esta segunda visita, estuvo glorioso. “Song for my Father”, “Over The Rainbow”, entre susurros, “Eleanor Rigby”, entre otras, sonaron una vez más como nunca, o como siempre.

Te puede interesar