Los agentes del Servicio de Intervención de Armas tenían previsto subastar inicialmente 411 armas (353 escopetas, 28 carabinas, 9 rifles, 6 revólveres y 15 pistolas), pero 56 fueron retiradas en los últimos días por sus titulares al no estar de acuerdo con la venta. "En algunos casos, las armas son de personas fallecidas y las retiraron los familiares para conservarlas como recuerdo", apuntaron fuentes del Instituto Armado.
La Guardia Civil de Ourense adjudicó 54 armas de fuego de las 355 que fueron subastadas ayer en la Comandancia. La más cara fue una pistola del calibre 22 utilizada para tiro deportivo, por la que un particular pujó hasta los 501,50 euros. La más barata fue una escopeta de caza, que fue adjudicada por 26 euros.
Los agentes del Servicio de Intervención de Armas tenían previsto subastar inicialmente 411 armas (353 escopetas, 28 carabinas, 9 rifles, 6 revólveres y 15 pistolas), pero 56 fueron retiradas en los últimos días por sus titulares al no estar de acuerdo con la venta. "En algunos casos, las armas son de personas fallecidas y las retiraron los familiares para conservarlas como recuerdo", apuntaron fuentes del Instituto Armado.
Las armas que no despertaron interés al estar deterioradas por el paso del tiempo u obsoletas, un total de 301, serán entregadas a una empresa autorizada de Ferrol para que proceda a su tratamiento como material de chatarra.
Próxima subasta, en 2019
La Guardia Civil anunció la subasta el pasado día 7 de mayo, junto con otros acuartelamientos del resto del territorio nacional. Durante estos días, numerosos ourensanos se acercaron a la Comandancia a comprobar el estado de conservación y funcionamiento de las armas, pero al final solamente 54 presentaron ofertas por alguna de las unidades. En el Servicio de Intervención de Armas aún quedan más de medio millar de armas, en su mayoría escopetas, que depositaron particulares en los últimos años. Parte de ellas, saldrán a subasta en el 2019.
