Las más de 600 hectáreas forestales, en su mayoría monte raso, que se han calcinado a causa de los incendios en la provincia durante la última semana, y que han tenido lugar en Lobios, Manzaneda, Cualedro, Vilariño, Gomesende, Oimbra, Maside, Paderne de Allariz, Trives, Castro de Beiro y Carballeda de Valdeorras, tardarán entre tres y cuatro años en recuperarse, tomando en cuenta las características orográficas del terreno ourensano.
Así, lo aseguran desde la Oficina de Medio Ambiente (OMA) de la Universidad de Vigo, cuyo director, Benedicto Soto, aclara que en el caso de los incendios 'en monte arbolado la recuperación del entorno puede tardar hasta 20 años'.
Esto se debe a que en la regeneración de los árboles, debe intervenir la mano del hombre, con el objetivo de replantar o repoblar la flora de la zona afectada.
Soto advierte, además, de otro fenómeno que 'aunque es poco común en Galicia', podría generar efectos negativos más allá de los evidentes. Se trata de la erosión del suelo, puesto que su degradación , 'que se da generalmente en zonas empinadas cuya superficie ha estado en contacto permanente con el fuego', tiene sus principales consecuencias en el cambios físico del suelo, así como del contenido de elementos químicos, disminución de la acidez y, por consiguiente, la infertilidad del terreno.
Precisamente para conocer la situación exacta en la que quedaron los suelos y la vegetación tras los incendios en Galicia, un grupo de investigadores tanto de Ourense, como de Galicia, España, y de otras partes del mundo, realizarán del 6 a 8 de octubre, una jornada de campo en las zonas afectadas por incendios forestales controlados y no controlados de Galicia, como parte de las jornadas sobre 'Investigación e xestión para a protección do chan e restauración dos ecosistemas afectados por incendios forestais', que organizan las universidades de Santiago y Vigo, junto con la Xunta y la entidad fuego Red, y que tendrán lugar en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia.
Estas jornadas, dirigidas por la profesora de la Facultad de Ciencias del Campus de Ourense, Montserrat Díaz Raviña, analizarán temas como el impacto del fuego y protección de los suelos contra la erosión y degradación post-incendio y la gestión de los ecosistemas forestales quemados, así como la responsabilidad de regeneración de las instituciones públicas.
Esto se debe a que en la regeneración de los árboles, debe intervenir la mano del hombre, con el objetivo de replantar o repoblar la flora de la zona afectada.
Soto advierte, además, de otro fenómeno que 'aunque es poco común en Galicia', podría generar efectos negativos más allá de los evidentes. Se trata de la erosión del suelo, puesto que su degradación , 'que se da generalmente en zonas empinadas cuya superficie ha estado en contacto permanente con el fuego', tiene sus principales consecuencias en el cambios físico del suelo, así como del contenido de elementos químicos, disminución de la acidez y, por consiguiente, la infertilidad del terreno.
Precisamente para conocer la situación exacta en la que quedaron los suelos y la vegetación tras los incendios en Galicia, un grupo de investigadores tanto de Ourense, como de Galicia, España, y de otras partes del mundo, realizarán del 6 a 8 de octubre, una jornada de campo en las zonas afectadas por incendios forestales controlados y no controlados de Galicia, como parte de las jornadas sobre 'Investigación e xestión para a protección do chan e restauración dos ecosistemas afectados por incendios forestais', que organizan las universidades de Santiago y Vigo, junto con la Xunta y la entidad fuego Red, y que tendrán lugar en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia.
Estas jornadas, dirigidas por la profesora de la Facultad de Ciencias del Campus de Ourense, Montserrat Díaz Raviña, analizarán temas como el impacto del fuego y protección de los suelos contra la erosión y degradación post-incendio y la gestión de los ecosistemas forestales quemados, así como la responsabilidad de regeneración de las instituciones públicas.
