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Los que sujetan la pancarta

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photo_camera Arístides Álvarez (En Marea), Erika Cid (PP), Arancha Rodríguez (Nós) y Borja López, ayer en la calle Paseo de Ourense.

Detrás del líder o de un cabeza de lista hay muchos voluntarios que entregan mucho tiempo a la campaña electoral por convicción en unas ideas sin intención de pedir nada a cambio o un cargo tras las elecciones. 

Con un frío más que considerable y en una mañana en que la mayor parte del personal se dedica a madurar la resaca, tres rapaces y un jubilado se han levantado temprano para hacer campaña electoral. Son Arancha Rodríguez Fernández, voluntaria de Nós Candidatura Galega; Arístides Álvarez, de En Marea; Borja López, del PSOE, y Erika Cid, militante del PP y administrativa del Concello de Ourense, según el orden de llegada a la cita en los aledaños de la Diputacón de Ourense. Arístides peina 65 años, no se acuerda del día que se afilió al Partido Comunista y es jubilado de Renfe. Está simpre dispuesto tanto a repartir propaganda como a participar en un debate para hablar "de preferentes ou do que sexa". Arancha Rodríguez estudia una maestría y ejerce de profesora de inglés. Ya ha cumplido los 26 años y no permite que sus argumentos se encojan ante otras propuestas. Borja López se ha alistado en las filas socialistas por su abuelo, y Erika Cid, militante popular, defiende con vehemencia la gestión de Mariano Rajoy a pesar de que esta mañana se encuentra en minoría. Los voluntarios de Nós, En Marea y PSOE coinciden en que no les sería difícil ponerse de acuerdo en algún punto por el bien común de los ciudadanos gallegos; la representante del PP se enfrenta en solitario a mareas y rosas para dedender los intereses de su partido por muchas espinas que haya tenido la gestión de Mariano Rajoy.

Los cuatro llevan varias horas levantados. "Paréceme un esteorotipo dicir que a xente nova non se preocupa pola política. Preocúpase polas mesmas cousas polas que me preocupo eu, por ser traballadores precarios, por non poder compatibilizar traballo coa familia, aínda que uns se involucren máis e outros menos", sentencia Arancha Rodríguez. La voluntaria de Nós-Candidatura Galega tiene una conciencia política sin necesidad de que su familia la aguijonee. Borja López, en cambio, se enroló en el PSOE por su abuelo y presta sus manos y trabajo a destajo para repartir propaganda o para organizar un acto. Está para lo que toque y de manera desinteresada, al igual que el resto de personas que están sentadas en la terraza de un céntrico café ourensano.

Arístides Álvarez ha llegado a ser candidato al Senado por el Partido Comunista y por Esquerda Unida y ahora sigue trabajando para que la plataforma electoral En Marea, formada por Podemos, Esquerda Unida y Anova, consiga representación en el Congreso. Con Erika Cid, comprometida con el PP, la política va en su ADN, según reconoce con sinceridad. Se encuentra en inferiodidad ideológica, pero su posicionamiento es firme: "Trabajamos para que este país siga mejorando".

A pesar de la bisoñez de tres de los cuatro voluntarios, ninguno tiene aspiraciones de hacer carrera política, según manifiestan. Sus comentarios se agarran al ideario del partido en el que se han alistado como si estuviese repicando una letanía. Toca la hora de pedir el voto. "Vas a chegar a vello e tes que ter dereito a unha pensión", predica Arístides, representante de En Marea. "Hay que votar al PSOE por el cambio y el bienestar social", añade Borja López. "Non me vas votar a min senón a Noa Presas porque somos única candidatura que defende os dereitos da maioría social de aquí, de Galicia", continúa Arancha Rodríguez. "Hai que creer en nós", insiste Erika Cid. "Si, en Nós", replica Arancha. Todos ríen.

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