Superviviente desde la cuna

A su padre le dijeron que se podía marchar del hospital porque la criatura de siete meses y 1,2 kilos de peso que acababa de llegar al mundo no iba a sobrevivir. "Pero aquí estoy. Me contaba que me llevaba la leche de mi madre a la incubadora en botellines de cerveza Mahou". Rocío de Frutos es de carcajada rápida. Son las nueve de la mañana. La cabeza de lista por el PSOE lleva ya tres horas despierta. En la mesa del salón está esparcido el programa electoral subrayado y con anotaciones.

Se crió en Los Pajarillos, un conflictivo barrio de Valladolid en el que campaba la heroína. "Pero yo era muy estudiosa. Siempre tuve claro que no quería ser como lo que veía en la calle". Le hubiese gustado cursar Psicología, pero acabó matriculándose en Dereho porque sus padres, un empleado de Renault y una ama de casa, no tenían recursos para costear la carrera en Salamanca. Sopesó la idea de quedarse en la Universidad impartiendo clases con un expediente de matrícula de honor, pero nunca fue de "pelotear". Se apuntó a la oposición con el temario más gordo y, como no tiene paciencia, se hizo inspectora de Trabajo al primer intento. "Me pasé 18 meses estudiando, todos los días desde las tres de la mañana". Eligió Ourense como destino. El primer día se enamoró "perdidamente" de la ciudad para siempre al pasar por As Burgas. A las dos semanas, un hombre entró a presentar una denuncia en la Inspección de Trabajo y comenzaron a salir. "Fue llegar y besar el santo", porque se trataba del padre de su hijo Sergio, que tiene ya 15 años. "Si hasta me casé en la capilla del castillo de Monforte", replica a los que le critican que no sea gallega.

Cuando Zapatero ganó las elecciones le ofrecieron ir a la secretaría general de la Subdelegación del Gobierno a un puesto de libre designación para funcionarios del grupo A. "Dije que sí por cambiar y estuve cuatro años, pero me gusta más el Derecho Laboral". En ese tiempo sacó el diploma de estudios avanzados en dirección pública. Le queda pendiente el doctorado "por falta de tiempo". Al regresar a su plaza ingresó en la sección de economía sumergida hasta que la llamaron del PSOE para encabezar la lista por Ourense. "Me duele que digan que he movido hilos, cuando no he pateado despachos ni en la Universidad para quedarme. A Besteiro no lo conocía de nada y al alcalde de O Barco, Alfredo García, sólo lo había visto en un par de reuniones".

Durante la conversación en la cocina de su casa mientras desayuna un café con leche y unas galletas no para ni para respirar. Puro nervio. Fue la secretaria de organización del PSdeG, Pilar Cancela, a la que conocía de su etapa en la Consellería de Traballo, quien la llamó para ofrecerle el puesto de salida en la candidatura. Estaba en el despacho en la Inspección. "Me sorprendió que se acordasen de mí porque jamás he movido un dedo para nada. Y también dije que sí, como cuando me llamaron para la Subdelegación. Ir al Congreso y hacer propuestas es lo más que le puede pasar a una persona. Nunca podré estar suficientemente agradecida, pero con humildad".

Eva Maldonado, la persona que le ayuda con la comunicación, acaba de llegar. En estos días intensos se han hecho "íntimas". "El placer de trabajar con ella es nuestro", apuntala Eva. "A mí no me gustan los malos rollos ni las broncas", añade Rocío. Pues se ha metido en un avispero. Incluso se aireó que tenía tres años de cuotas sin pagar "por un cambio de cuenta corriente que ya está solucionado". Se siente "una privilegiada por esta oportunidad sin tener que pedir nada". Su elección en detrimento de Laura Seara, respaldada en unas primarias, ha sembrado malestar en un sector del partido. "¿Pero crees que en otros están más unidos? La izquierda es más crítica y lleva al ostracismo a cualquiera, como a Zapatero, que fue un gran presidente y no hablamos de él por si... Es que sólo me llaman para preguntarme qué pienso de Laura Seara y creo ha sido una buena diputada como espero serlo yo".

Desde que vino al mundo prematuramente ha tenido que sobrevivir contra pronóstico. Por eso confía en mantener el escaño en el Congreso. "Yo soy de izquierzas, no creo que los trabajadores puedan ser de otra cosa y quiero pensar que se va a imponer el corazón". En una campaña que le ha parecido "divertida", aunque reconoce que las hechuras del debate no son de su talla" no ha echado en falta a nadie. "Me he sentido muy arropada por Eva y por Pablo López Vidal". Apasionada viajera, ahora ha sacado billete para el Congreso.