Arde la librería A’Nova tras 37 años de atención al público

Todo apunta a que un cortocircuito fue el desencadenante del incendio que arrasó el almacén

El almacén de la librería A’Nova de la calle  Padre Feijóo ardió durante varias horas de la  pasada madrugada, perjudicando también a la parte de venta al público. Nadie se percató de las llamas hasta las diez de la mañana porque, como explicaron los bomberos de Ourense,  “es un sitio muy pequeño y cerrado, que posibilitó que el fuego se expandiese muy lentamente”. Todos apunta a que el incendio se produjo por un cortocircuito de una lámpara del establecimiento, sin embargo, también actuó el conocido como “efecto garganta”, que provocó una pequeña explosión por concentración de gases. 

Fue un vecino, propietario de unos  garajes cercanos, el que alertó a la librera de que algo podría estar ardiendo, ya que el humo se extendió por el interior de los aparcamientos. Sin embargo, y tal y como señala su dueña, María Martínez, “no hay que lamentar daños personales y la extinción a tiempo posibilitó que no se viesen afectados los vecinos”. La parte delantera de la librería se pudo salvar, pero, el humo, las cenizas  y el agua de las mangueras rociaron los ejemplares, que hubo que descatalogar.

LIBROS PARA INDEPENDIZARSE

La librería A’Nova lleva abierta al público 37 años. María Martínez, su propietaria, la fundó cuando tenía tan solo 22 años.  Más tarde, se incorporó su marido al negocio y,  tras su jubilación, es su fundadora la que patrona en exclusiva el barco. “Me gustaba la literatura, siempre fui lectora y me pareció una buena forma de ser independiente”, explica. Con la llegada de internet, no todo fue fácil, pero ambos desafiaron al tiempo  “y siempre seguimos tirando”, explica. 

Ahora que los libros ardieron el panorama para la librería A’Nova es desolador. “Estoy muy desanimada, el único consuelo es que si el incendio hubiese sido más grande por la noche podría haber sido muy dramático”, explica pensando en sus vecinos y negocios colindantes.  María también piensa en su clientela fiel: “La gente que nos conoce vino, se pasaban y estaban allí en el peor momento, cuando supe lo que había pasado”.  Los bomberos llegaron al lugar a primera hora de la mañana y se encontraron con la puerta del almacén derretida por las llamas. La parte visible al público se salvó, pero quedó llena de ceniza o de agua de las propias mangueras. Además, la puerta de entrada sufrió varios estallidos.

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