Movimientos en la ciudad para tratar de aglutinar bajo un mismo paraguas una candidatura "capaz de ganar la Alcaldía" o posibles alianzas entre viejos compañeros del nacionalismo, posibles condicionantes para 2019
Si el vecino de la ciudad con ideología centrista es ambicionado por hasta seis partidos de cara a las municipales del próximo año, en la izquierda también hay movimientos. Y notables. Nuevos actores emergen, con conversaciones que pueden derivar en un escenario muy diferente al esperado por todos.
Por un lado, una plataforma en la que se encuentran nombres como el del mítico sindicalista Etelvino Blanco o el que fuera uno de los máximos responsables del bipartito PSOE-BNG entre 2007 y 2011, Alexandre Sánchez Vidal, busca canalizar lo que consideran "un descontento brutal" con el estado del Concello de Ourense.
Reuniéndose durante varias semanas, con algún encuentro en el que se han juntado unas 80 personas provenientes de distintos espectros del mapa político -izquierda, nacionalismo, progresismo-, este colectivo entiende que es imprescindible que Ourense se sume a la ola de cambio que iniciaron algunos municipios como Santiago o A Coruña en 2015, para lo que ven imprescindible configurar un frente amplio y transversal que dé cobijo a múltiples sensibilidades para "salir a ganar la Alcaldía en 2019 con un proyecto netamente ourensano".
Aunque las fuentes consultadas reconocen que "todo está en pañales por el momento", confían en que durante las próximas semanas todo vaya cogiendo forma para hacer un acto público y presentarse en sociedad en septiembre para ver la fuerza que puede tener ese movimiento, al que verían con buenos ojos que se sumara Ourense en Común, para recuperar el proyecto que surgió en 2015 y que quedó muy tocado después de los problemas en las primarias, que abocaron a la ruptura de la confluencia limitando sus resultados electorales.
"La situación de la ciudad es desoladora, con un deterioro total y una gestión calamitosa, hay que hacer algo. Necesitamos una candidatura para salir a ganar y con el actual escenario eso es imposible, hay que ampliar ese espacio", coinciden algunos de los implicados en el proyecto, que garantiza que habrá contactos con otras formaciones como el BNG: "Queremos sumar a todos los posibles, sin vetos ni ansias de capitanear nada, porque es lo que hace falta".
No resultará sencillo convencer a formaciones como el BNG, que tampoco está quieta en estos momentos, sino que se han producido sondeos para intentar sumar fuerzas con Compromiso por Galicia, partido que en su momento se creó tras una de las múltiples escisiones que sufrió el BNG, para que ambos concurran juntos en las elecciones del 26 de mayo de 2019.
El movimiento no parece fácil de encajar, dado que ninguno de los dos, a priori, estaría dispuesto a dejar por el camino sus siglas. Sí reconocen los implicados que "hay la previsión de poder hablar", pero con muchas dudas de "cómo se puede materializar". Muchas dudas en una parte del tablero político que busca un impulso para arrebatar a la derecha el control de la única de las siete grandes ciudades que domina en la actualidad.
