El nivel dos se estrenó ayer con cambios en las restricciones para los habitantes de Taboadela. Hace poco más de una semana, el concello alcanzaba una de las incidencias más altas de Galicia, por lo que los vecinos prefieren mantener en cierto modo las limitaciones y prevenir un mal mayor. "Seguimos tendo coidado, estamos tranquilos e xa nos deixarán saír", afirma Maximino Menor, uno de los vecinos.
El seis de febrero rozaron la treintena de casos, viviendo una situación preocupante. "Aquí puidose liar unha moi grande coa cantidade de casos que houbo e a xente maior que aquí vive. Por unha semana máis ou menos con estas restriccións, non pasa nada", opina Urbano Martínez, otro de los vecinos. Las nuevas variantes del virus le inquietan y recuerda que "tivemos máis casos nesta onda ca na primeira".
Hostelería sin expectativas
La hostelería en Taboadela reabrió solo con el 50% de aforo en terrazas, por lo que muchos prefirieron aguardar por una situación más óptimas para poner a funcionar sus negocios. Brais Quintairos es uno de los que se decidió por la opción contraria, levantar la persiana y atender a los clientes en el exterior. "É unha situación complicada. Toca esperar a como avanza a cousa e esperemos que nos deixen traballar", explica el dueño del Café Bar Quintairos. Con la reducción de casos en el concello, que ayer bajaba de 250 la incidencia, guarda la esperanza de abrir en interior la próxima semana.
