El año pasado, las muertes por suicidio en Galicia volvieron a ascender por encima de los 300 casos (318 concretamente) después de dos años en descenso, lo que los mantiene como la primera causa de muerte no natural de los gallegos, por encima incluso de los accidentes de tráfico, según los datos de la memoria del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). Hoy, en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, los datos más recientes señalan que la cifra en la provincia de Ourense, con 34 casos en 2019, seis menos que en 2018, es la única que desafía la tendencia alcista del resto de territorios gallegos, descendiendo un 15%.
Según el Imelga, hay 18,93 casos suicidas de hombres y 4,5 de mujeres por cada 100.000 residentes ourensanos. La media de edad de estos comprende un amplio espectro que va desde los 25 a los 95 años, con un notable pico en la franja entre los 70-74 en el género masculino y entre los 80-84 en el femenino. Comparando la incidencia con las defunciones provocadas por accidentes de tráfico reconocidos por el Imelga el pasado año, de los 2.737 registrados se contabilizaron 15 víctimas mortales declaradas en las carreteras ourensanas por los 34 suicidios, lo que convierte a la privación voluntaria de la vida en la primera causa de muerte no natural también de los ourensanos.
Reducción de tentativas
Desde el Hospital Universitario de Ourense (CHUO) han querido sumarse "á loita pola prevención do suicidio", afirmando que "é un problema que afecta a homes e mulleres de tódalas condicións e idades", y a pesar de ello sigue siendo "descoñecido polo estigma de quen o consuma e os seus achegados". En la Unidade de Prevención do Suicidio, activa desde 2009, una de las primeras del país y única en Galicia, que atiende una media de 200 pacientes al año, informan de que el principal factor de riesgo de suicidio "é precisamente un intento previo". Sabiendo esto, dentro de su programa, y gracias a la atención personalizada a cada individuo, se ha logrado reducir a un 10% los reintentos de los pacientes en el año posterior a la primera tentativa, período que asciende por encima del 50% cuando carecen de seguimiento. Gracias a este programa, Ourense ha logrado "conter e reducir os suicidios consumados e os ingresos hospitalarios destes pacientes nos últimos 10 anos".
