Los vecinos del barrio de As Lagoas cierran los portales con cierta preocupación estos días, tras la oleada de robos que durante las últimas semanas se ha producido en la zona. La sensación, a pie de calle, es de "indefensión": "É cousa de ter sorte, de que non che toque que sexa na túa casa, porque eles se queren entrar, entran".
A los robos registrados en Camiño Caneiro y rúa Nova –en esta calle los ladrones entraron en tres pisos del mismo edificio–, se suma la avenida Otero Pedrayo, el pasado fin de semana. En todos los casos, los cacos forzaron la puerta de entrada y accedieron al interior, que estaba vacío en el momento del robo. En el caso Otero Pedrayo fue el personal de limpieza del edificio el que dio el aviso a las autoridades después de percatarse de que las puertas estaban abiertas –los propios vecinos no se habían dado cuenta–.
"Es una sensación extraña que unos desconocidos entren en tu casa y revuelvan en tus cosas", señala una de las víctimas tras ver cómo asaltaron su piso. "Ahora te queda el miedo en el cuerpo... intentaré aumentar las medidas de seguridad en casa, nunca piensas que algo así te vaya a pasar a ti y tampoco en una ciudad tranquila como Ourense", explica.
“Non se pode facer moito"
Los vecinos, preocupados ante la posibilidad de que los ladrones entren en sus viviendas, intensifican la seguridad en los edificios. "Despois de saber dos roubos colgamos un cartel no ascensor, firmado polo presidente da comunidade, para pedir que non se lle abra o portal ao correo comercial, nin a ninguén que non sexa coñecido", explican desde la rúa Telleira. Los inquilinos son conscientes de la despreocupación con la que habitualmente se abre el portal a desconocidos, por lo que piden colaboración: "Moita xente abre sen preguntar nin quen é".
Piden colaboración policial para disuadir a los posibles ladrones de entrar en los edificios. "No sé cuál es la solución, pero lo más fácil sería que estuvieran más pendientes de la zona estos días", señala una vecina de Bernardo Cachamuíña.
Aún así, la población es consciente de la dificultad de impedir que se produzcan más robos. "É xente profesional disto, por moito que ti non lle abras a ninguén, alguén o fará, e logo suben e abren sen facer ruido, sen romper as portas, aproveitan que case non hai xente nalgúns edificios... Ou estás todo o día mirando a ver que pasa no edificio ou a ver que fas", comenta una vecina de la zona. "Esperemos que ahora que acaba el verano y los edificios ya empiezan a estar más ocupados, dejen de robar", señala otro.
Desde comisaría: “No ha habido un repunte de robos"
Fuentes de la Policía Nacional, por su parte, aseguran que este ha sido un "buen verano" y que no se ha producido un "repunte" de los casos de robos en la ciudad, sino que disminuyeron respecto a otros meses. "Se produjeron más detenciones", añaden. No obstante, los agentes recomiendan a los vecinos, de cualquier zona de la ciudad, –estos días hubo tentativas de robo en la calle Coruña y Reza–, cerrar siempre con llave la puerta, no comentar cuándo no se va a estar en casa o no abrir el portal a desconocidos. "Ante cualquier sospecha, lo mejor es comunicárselo a la Policía, toda información es bienvenida sin miedo a que luego sea negativa", aseguran fuentes del Cuerpo.
Un botín de valiosas joyas en un inmueble de Santo Domingo
Uno de los robos más importantes del verano se acaba de producir en un inmueble del número 28 de la céntrica calle Santo Domingo de la ciudad. En este caso, los asaltantes, forzando la cerradura con violencia, entraron y se apoderaron de la caja fuerte, en donde había valiosas joyas pertenecientes a varias generaciones de una misma familia.
Asimismo, los amigos de lo ajeno entraron en un piso del número 15 de la avenida de Portugal, en el barrio de O Couto, en donde también se apoderaron de joyas.
La Policía Judicial de la ciudad abrió una investigación en torno a todos estos robos, aunque por el momento no han trascendido datos. Los robos de pisos en verano en uno de los delitos que más preocupa a las fuerzas de seguridad ya que no es infrecuente que estén protagonizados por bandas itinerantes muy profesionalizadas que tras perpetrar varios hechos delictivos cambian de ubicación, lo que dificulta el rastreo de sus pasos. n
