SALUD - CIUDAD

Telefónica revisa los niveles de radiación de las antenas ourensanas

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photo_camera Un técnico de Telefónica controla los niveles de radiación de antenas en Progreso.

Los resultados señalan que están muy alejados del umbral de peligrosidad para los vecinos

Un técnico de la empresa Telefónica realizaba a media mañana de ayer mediciones de las emisiones radioeléctricas en la calle Progreso, a la altura de las galerías Proyflem. Una tarea que, según explicaba el operario, realizan en las diversas empresas que cuentan con antenas repartidas por el casco urbano "con carácter periódico".

La práctica totalidad de operadoras de telefonía que cuentan con instalación en la ciudad de Ourense llevan a cabo estos controles, entre una y dos veces al año, para determinar los niveles de emisión radioeléctrica que se acumulan en el entorno de estas antenas instaladas.

Vecinos de diversos inmuebles mostraron en años anteriores su prevención por la instalación de estas antenas precisamente por el temor a la posible contaminación que pudiera provocar en las personas debido a esas emisiones radioeléctricas.

Incluso en algún caso se negaron desde la comunidad de vecinos a que esa instalación se pudiera llevar a cabo, aunque el técnico de la empresa Telefónica, que ayer desarrollaba su labor en pleno centro de la ciudad, afirmaba de forma rotunda que "en Ourense estamos muy lejos del umbral de peligrosidad marcado por la ley para este tipo de misiones radioeléctricas y siempre ha sido así". Añade que "si ese umbral está en 20 milivoltios por metro cuadrado, aquí estamos en 0,5".

Uno de los últimos ejemplos de este malestar se daba entre los vecinos del entorno del edificio de Correos, en este mismo vial de Progreso. La ubicación de esta antena -que fue retirada en 2012- había causado un gran malestar en la zona hasta el punto que los vecinos, que alertaron de su presencia en verano de 2009, pusieron en conocimiento del Defensor del Pueblo, por medio de la asociación ecologista Adega, su reivindicación de que fuera retirada. Correos había llegado en ese momento a un acuerdo a nivel estatal con la operadora France Telecom, para la instalación de antenas en sus edificios, aunque en el caso de la ciudad no pudo prosperar este proyecto.

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