Con la bajada de las máximas, las temperaturas quedarán en los 30 grados; se mantiene la alerta por tormentas
La entrada de aire húmedo del Atlántico, junto con el frío que hay en las capas altas de la atmósfera, provocó a partir de la tarde de ayer un ligero descenso de las temperaturas diurnas. En la ciudad, en la que el pasado domingo se superaron los 38 grados, ayer el termómetro no llegó a los 30, según Meteogalicia. La temperatura mínima fue un grado superior: 19 el domingo y 20 ayer.
La misma situación se repetirá durante la jornada de este martes, en la que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) alerta de posibles tormentas en cualquier punto de la geografía ourensana, sobre todo durante la tarde, estando acompañadas de abundante aparato eléctrico. Durante la jornada de ayer, hasta las 21 horas, no había descargado ningún rayo en la comunidad autónoma gallega.
Las temperaturas aún podría bajar un grado o más durante la jornada de mañana, miércoles, ante la entrada de una nueva masa de aire frío, que generará inestabilidad en la atmósfera. "Las temperaturas de los próximos días están más consonancia con la época del año en que estamos. Los últimos días, las temperaturas eran muy elevadas, más típicas de los meses de julio y agosto", apuntaron en Meteogalicia.
La situación se prolongará hasta final de mes, para cuando está previsto que el termómetro recupere valores. El mes de julio comenzará, según Meteogalicia, con temperaturas por encima de los 30 grados. Eso sí, el aire frío se mantiene en las capas más altas de la atmósfera, lo que provocará que continúen las tormentas.
Cruz Roja, ante la llegada del calor, puso en marcha la campaña "Yo me protejo" para evitar insolaciones, quemaduras y molestias a causa del calor.
