Coronavirus

“Tenemos miedo, no olvidamos"

Celia Ramil (al fondo), usuaria del centro residencial de Esgos, charla con su hija Celia, ayer.
photo_camera Celia Ramil (al fondo), usuaria del centro residencial de Esgos, charla con su hija Celia, ayer.
Mes y medio después del inicio de la desescalada en los centros de mayores, la cautela se mantiene. Los ecos de rebrotes en otras zonas de Galicia y el recuerdo de lo vivido marcan el día a día de trabajadores y usuarios.

La vida en los 109 centros de mayores de la provincia tardará en volver a ser lo que era hace meses. El covid blindó las residencias la primera semana de marzo y la desescalada no arrancó hasta el 25 de mayo, de forma progresiva. Ahora, mes y medio después, las medidas de prevención continúan, y los trabajadores miran con cierta preocupación el futuro.

"Estamos más tranquilos, pero con cautela, porque en invierno a ver qué pasa con la gripe, si el virus muta... Hasta que llegue la vacuna, no bajamos la guardia", explica Cristina Portela, responsable de la vivienda comunitaria de mayores Edades. La mascarilla, la distancia social y la desinfección continua ya forman parte del día a día de trabajadores y usuarios.


Visitas


Los recientes brotes de coronavirus en otras zonas de Galicia también mantienen a las residencias alerta, sobre todo en lo relativo a entradas y salidas del centro. Las familias pueden visitar a los usuarios, pero en muchos casos, el procedimiento de cita previa continúa vigente, para evitar aglomeraciones y poder utilizar la misma sala para los encuentros. "La zona de visitas está en un punto sin acceso para los usuarios, para evitar contagios. Después de cada cita, se deja pasar media hora y se desinfecta toda la sala", explica Coral Conde, trabajadora social del Centro Residencial Tercera Edad Esgos. La colaboración con los familiares es clave para mantener las residencias libres de coronavirus: "Están muy concienciados, y ellos también nos piden que seamos cautos, que es mejor ir poco a poco". Ana Torres, de O lecer dos avoíños, en Coles, también resalta la responsabilidad de las familias: "Todos tomamos las prevenciones a rajatabla, porque hay miedo todavía, no nos olvidamos de lo vivido".


Cinco centros de mayores de la provincia mejorarán sus infraestructuras


El tercer bloque del Plan de recuperación social puesto en marcha por la Xunta de Galicia para afrontar la etapa post-covid contempla la mejora de infraestructuras en cinco centros de mayores de la provincia. Las actuaciones, que incluyen arreglos de instalaciones eleéctricas, de fontanería, pintura o acondicionamiento de zonas exteriores, cuentan con un presupuesto total de 66.800 euros. Las intervenciones buscan adaptar las residencias al nuevo escenario originado tras la crisis sanitaria, además de dar respuesta a las nuevas necesidades de trabajadores y usuarios en lo tocante a medidas de prevención sanitaria de trabajaores y usuarios.

En la residencia de mayores Os Milagros se realizarán obras por valor de 20.000 euros para instalar controles de acceso y salida, cierre de portería y sustitución de campana; en Castro Caldelas se harán trabajos de carpintería valorados en 3.500 euros; en Baños de Molgas se acondicionará el exterior con una partida de 12.800 euros; en Carballiño se adaptarán los servicios, por 24.000 euros; y en el centro de Bande se arreglarán los problemas de filtraciones actuales, además de podar los árboles de la zona ajardinada, por 6.500 euros. Las intervenciones se realizarán durante las próximas semanas en las cinco residencias.


“No trabajamos en cualquier sitio"


Durante las semanas más duras de la crisis sanitaria, muchos trabajadores de centros de la tercera edad no regresaban a sus domicilios para evitar contagios –tanto con sus familias como a los usuarios–. Ahora, recuperan cierta normalidad, pero con especial cautela. "No trabajamos en cualquier sitio, es así. Estamos muy concienciadas porque no podemos bajar el ritmo, los rebrotes demuestran que no se ha superado el virus, que puede volver a pasar en cualquier momento", explica Coral Conde. El cribado reiterado del Sergas ayuda  a mantener bajo control cualquie posible caso.

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