Cruz Roja: “Tenemos que reducir esta brecha digital de algún modo”

photo_camera La Cruz Roja acerca las nuevas tecnologías a los mayores con el proyecto "Enredando Tour". Los voluntarios irán recorriendo diferentes puntos de la ciudad durante tres días.
Cruz Roja ofrece formación en nuevas tecnologías a los mayores, además de otros programas

La tecnología es cada vez más necesaria a la hora de realizar cualquier tipo de trámite, desde consultar un recibo del banco a pedir cita en el médico de cabecera. Emplear estas nuevas herramientas requiere una formación constante, algo que no resulta sencillo, sobre todo para los más mayores, menos familiarizados con este tipo de avances. Para que nadie se quede atrás en esta carrera, Cruz Roja ofrece cursos formativos en nuevas tecnologías, que además llevan por los distintos barrios de la ciudad. Ayer estuvieron junto a la antigua estación de San Francisco y en A Carballeira.

“Es un primer contacto para que pierdan ese miedo a manipular tablets, móviles, portátiles… lo que queremos es que se familiaricen aquellas personas que aún tienen cierta reticencia porque nunca han estado cerca de esos dispositivos”, afirmó Natalia Belmonte, responsable de proyectos del área de mayores de Cruz Roja, quien destaca que una de las consultas mayoritarias es “la descarga de la aplicación del Sergas”.

Este es uno de los servicios que la entidad sin ánimo de lucro ofrece a los más mayores, dentro de un abanico de servicios “relacionados con las problemáticas más comunes entre la población, como puede ser la limitación de la autonomía, problemas de soledad, fomentar el envejecimiento saludable o evitar el deterioro cognitivo”. Uno de los servicios más solicitados es el de refuerzo de la memoria, y en todos ellos se parte siempre de la misma base: “Las personas mayores eligen por sí mismas lo que quieren”.

Alguno de los programas requiere de la colaboración vecinal, como el Proyecto Antenas, que permite detectar situaciones de soledad no deseada. “Buscamos la colaboración del entorno vecinal para que, si detectan vecinos que lo necesiten, les informen de que existen organizaciones que les pueden ayudar a vencer esta soledad”, agregó Belmonte, y matizó que “la soledad puede ser deseada o no, y el problema es cuando no lo es”. Todas estas actividades, y otras que realizan, son posibles gracias a la colaboración de la red de voluntarios, que se vio reforzada gracias al impulso solidario que trajo la pandemia, esa que “revolvió tripas”. “Se generó mucha concienciación, salía en los medios de comunicación que el covid afectaba más a nuestros mayores. Hubo mucho movimiento de solidaridad vecinal, para nosotros fue un momento de recepción de personal voluntario”, aseveró.

Cruz Roja ofrece también asistencia en zonas rurales, con problemas como la dispersión y la falta de servicios básicos.

La Fundación San Rosendo da “un papel más activo” a usuarios y familias

La Fundación San Rosendo, que dispone de 40 centros residenciales en la provincia, aplica el Modelo de Atención Integral Centrado en la Persona, que tiene como elemento innovador “que las personas usuarias y sus familias adopten un papel más activo, ya que están en el centro de la atención y en la toma de decisiones”. “Consideramos que es la mejor manera de dar respuesta a las necesidades de las personas mayores que viven en centros asistenciales, favorece su bienestar y nos permite seguir dando vida a los años”, afirmaron desde la Fundación.

Este modelo de atención se basa en un decálogo, que parte de premisas como “todas las personas tenemos dignidad”, “cada persona es única”, “la biografía es la razón esencial de nuestra singularidad” y “las personas tenemos derecho a controlar nuestra propia vida”. También incluye que “las personas con grave afectación cognitiva también tienen derecho a ejercer su autonomía”. Para esto destacan el poder de la actividad cotidiana, que “tiene una gran importancia en el bienestar personal”. 

“Este nuevo enfoque asistencial aporta beneficios para los usuarios, ya que experimentan mejoras en su calidad de vida, bienestar subjetivo, estado de ánimo y autonomía”, concluyeron.

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