Las termas, bajo la amenaza de estar un año cerradas

José Araújo, de Ciudadanos, advierte de un cierre prolongado. // ÓSCAR PINAL
photo_camera José Araújo, de Ciudadanos, advierte de un cierre prolongado. // ÓSCAR PINAL
Ciudadanos contradice los plazos oficiales: "Non abrirán neste ano e veremos se en 2022"

El futuro de los espacios termales públicos sigue en el aire y cada vez planean más dudas. Los obstáculos son varios. Por un lado el covid, que obliga a tener un protocolo específico y, por otro, la Lei de Aproveitamentos Termais de la Xunta, que obliga a realizar obras en las instalaciones termales antes de reabrir, tras un año ya cerradas. 

Pese a que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome,  dijo confiar en que estarían listas antes de verano, los plazos prometidos no convencen. Ayer fue el el portavoz de Ciudadanos, José Araújo, el que advirtió de la gran cantidad de obras a acometer  y exigió una junta de portavoces para tratar este tema.

"Ourense pode quedar sen termas para o Xacobeo", explicó Araújo, que acuso al PP de Ourense de "pasivo e servil" con el PP gallego al permitir aprobar una ley que "pode condenar o futuro da cidade". En esa línea, el portavoz naranja tildó de "cínicos" a los populares por pedir ahora rapidez mientras aprobaban una ley que obliga a reformular el termalismo. 

"As termas non se van abrir en todo este ano e algunha delas veremos o ano que vén", insistió Araújo, que advierte de que la ley de la Xunta –el plazo para adaptarse venció el pasado mes de febrero – obliga a "modificar radicalmente" las termas, imponiendo un tratamiento que "alterará a composición das augas". 

El líder de Cs se preguntó irónicamente "cantas intoxicacións ou problemas de saúde provocaron as termas para que nos obriguen a isto".  El PP insiste en que gran parte del protocolo covid ya estaba avanzado, mientras pide –como hará hoy en el pleno– al alcalde hacer cuanto antes un "cronograma" de actuaciones para aprovechar el Año Santo. 

La obra mayor se espera en la piscina de As Burgas, donde será necesario arreglar el vaso, implantar la depuración, cambiar los baños y adaptar la accesibilidad. En el caso de la ribera del Miño, serán obras menores, pero se necesitan erramientos y un sistema  para desalojar agua al río continuamente.

Para Araújo son obras de calado que tardarán en realizarse y desvirtuarán lo termal, mientras que los populares, en voz de Flora Moure, aseguraron que son "pequeñas obras" que se podrían acometer si hay una planificación. 

Las dudas surgidas en Ciudadanos también llevan semanas siendo puestas de manifiesto por el BNG, que ya preguntó en junta de área por el tema. Los nacionalistas tienen el el temor de que la piscina termal "non poida reabrir nunca máis", ya que al tener la consideración de piscina, el nivel de exigencia es mayor. 

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