A partir de mañana, las termas públicas y gratuitas de Outariz-Burga de Canedo, situadas en el margen derecho del río Miño, vetarán el acceso a los niños menores de diez años y podrán ser utilizadas por 80 personas simultáneamente entre los dos vasos, según informaron ayer fuentes municipales.
Además de este aumento del aforo, la llegada del otoño traerá otras novedades a las termas, ya que se eliminarán los turnos de acceso. El vaso termal de mayor superficie ampliará su capacidad a medio centenar de personas, y el vaso número tres podrá ser utilizado por 30 visitantes.
Se prohíbe gritar
Entre las nuevas prohibiciones en el espacio termal se incluye el hablar en voz alta y permanecer a menos de un metro de distancia de los chorros de agua, tanto los calientes como los fríos, así como de las escaleras de acceso a los vasos.
El tiempo máximo de permanencia en el interior del recinto vallado será de 90 minutos y se recomienda no permanecer más de media hora diaria dentro del agua.
Esta es la segunda vez en los últimos meses que el ayuntamiento aumenta el aforo de estos espacios. Aun así, no se llegará al aforo máximo que permite la Xunta de Galicia, “para evitar una acumulación excesiva de personas”, señalaron fuentes municipales.
