La policía afirma que coordinó tres atentados con coches bomba en Colombia, en el año 2002
La Policía Nacional relaciona a la colombiana Nibia Aurora Cano Carrillo, de 49 años, detenida a las ocho de la tarde del pasado día 21 en un bar de O Couto, en Ourense, con la coordinación de tres atentados con coches bomba perpetrados en su país de origen hace 14 años, que se saldaron con ocho personas fallecidas, una de ellas un menor. Según fuentes policiales, la mujer pertenece al grupo terrorista denominado Frente Urbano Carlos Germán Velasco Villamizar, del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El atentado más grave, según dio a conocer la Policía Nacional, se registró el 20 de diciembre de 2002 y consistió en la colocación de un coche bomba contra la Comisaría del barrio de Belén de Cúcuta (municipio del departamento norte de Santander). Murieron cuatro policías y tres civiles, entre ellos el menor.
La policía colombiana la relaciona también con el asesinato en noviembre de 2002 de otro funcionario de policía, además de la colocación de otro coche bomba, en este caso contra el diario La Opinión, también de Cúcuta. La arrestada, según fuentes oficiales, prestó su vivienda en esta ciudad colombiana para labores de inteligencia y planificación de las acciones terroristas.
Cano Carrillo fue arrestada en una operación conjunta entre las fuerzas de seguridad de Colombia (se desplazó un mando policial de ese país a Ourense) y España.
Nibia Aurora Cano lleva, según sus allegados, 13 años residiendo en España (10 en Ourense) donde intentaba pasar desapercibida. En la ciudad, había conseguido una vida normalizada y actualmente trabajaba en el club Tosca, de Ervedelo.
Según la información aportada por la policía de Colombia, la mujer investigada habría entrado a formar parte de la cúpula de su grupo terrorista tras su participación activa en varios atentados y "actualmente se encargaría de reclutar y radicalizar a jóvenes, así como de capacitar a las células terroristas de la ciudad e Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios". Dentro de las funciones de adoctrinamiento radical, los investigadores le atribuyen "la instrucción a los miembros de células urbanas y la distribución estratégica en acciones terroristas". También añaden que frecuentaba la cárcel de Cúcuta con el fin de apoyar a los integrantes reclusos que continúan ejerciendo su doctrina en el interior del centro penitenciario. Durante su estancia en España viajó en dos ocasiones a Colombia, donde tiene dos hijos.
Al mismo tiempo que los agentes la detenían en O Couto, la policía colombiana arrestaba a un hermano suyo cuando intentaba cruzar la frontera con Venezuela. Este está acusado de coordinar toda la logística de la organización, para la que llegó a comprar incluso material de guerra para perpetrar los atentados, así como llevar a cabo labores de inteligencia para la comisión delictiva.
El magistrado del Juzgado Central de Instrucción 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, decretó el ingreso en prisión de la que fue vecina de O Couto y ayer estaba a la espera de su repatriación a Colombia, en donde será juzgada por un delito de terrorismo en relación a tres atentados, con funciones de coordinación en su ejecución, así como labores de inteligencia.
La detención causó gran expectación entre el vecindario del barrio de O Couto. Una amiga íntima y compañera de trabajo en el bar Tosca, que llegó a viajar con la detenida a Colombia, insiste en que las acusaciones son "falsas e interesadas".
