EN CLAVE SEMANAL

Tesis, antítesis, síntesis

Tesis: un delirio de titulitis. Antítesis: la de una sociedad que aparenta y presume saber lo que ignora. Síntesis: no se puede hacer más por la necedad con estas farsas de másteres y doctorcitos.

Lunes, 10 de septiembre | Innovando en los anuncios  

En algunos casos las empresas pueden despedir a sus trabajadores por whatsapp. El jefe cobardica siempre se puede esconder detrás de la tecnología para decirte que te largues. Bueno, eso tampoco es tan nuevo. Franco, para evitarse el trance, enviaba el cese a sus ministros a través del motorista. Era como los santos óleos, una especie de extremaunción política. Ver llegar el motorista por la puerta del ministerio con el sobre lacrado era como ver a la muerte, con su túnica negra y su guadaña. Escribió Manuel Vázquez Montalbán que "el único ministro destituido del franquismo que se sucedió a sí mismo y ha tenido más porvenir que el generalísimo" fue Manuel Fraga, que a punto estuvo de despacharse al motorista en un choque cuando venía con su finiquito.

Los mensajes siempre tuvieron su simbología, su liturgia. El casamiento requería petición de mano, el óbito el duelo y el respeto. Ahora no, el casamiento queda para los nostálgicos de la unidad indisoluble y el respeto por la muerte ajena huyó el día que nació Twitter y los malnacidos celebraron como éxito el tránsito al más allá de cualquiera, incluyendo un torero. Es la modernidad líquida, como dijo Bauman, todo es efímero, se desvanece. Hasta el ejercicio público tiene la profundidad de un tweet. Un presidente del Gobierno despacha sus cien días con el tratamiento de Excelentísimo Señor  con un mensajito en las redes sociales. El alcalde de Ourense dijo que le apetecía seguir, así como quien no quiere la cosa, con disimulo, en medio de una de las tantas y estériles refriegas que se viven en el pleno. Después colgó en las redes sociales un mensaje más elaborado, con su buena ración de azúcar. Incluso, en una tercera ocasión habló a los periodistas para razonar por qué repetía como candidato del PP. No estaba preparado pero en el corte de audio se escucharon las campanas de la catedral dar la hora mientras hacía la declaración. Era la hora de Jesús, no en sentido bíblico, sí político. Su anuncio tenía la solemnidad del ángelus: "El ángel del Señor anunció a María..." No hace falta que rollizos querubines toquen los laúdes entre las nubes, ni que el Arcángel San Gabriel anuncie a María. Cierto pero tampoco despacharlo todo con un simple emoticono. 

Martes, 11 de septiembre | Nostalgias y adioses del mes de septiembre 

Ahora que comienza el curso Soraya se va dejando huérfanos tantos y tantos apoyos en las primarias, sobre todo en Ourense. Ahora todos son de Pablo porque ganó. Rajoy se levantó un día siéndolo todo y se acostó ese día con una esquela política. Al registrador de la propiedad lo echarán de menos en el PP, sino al tiempo. Soraya se fue cuando empieza el curso, gesto impropio de una estudiante de sobresaliente como ella. Se fue cuando las aulas universitarias abrieron, se fue cuando en el Congreso de los Diputados empezaba el ambiente. Ahora que suena la música se va del baile y renuncia a marcarse unos pasos como hizo en el programa de Pablo Motos. Son las cosas de este septiembre con ramalazos nostálgicos, con adioses precipitados. Son las cosas del mes en el que también llegan los alumnos al campus. Decía La Región que los estudiantes ya están, pero que en algunas titulaciones faltan profesores. Nos cuentan que alguno fue a casa a buscar los documentos que acreditan haber aprobado la selectividad, que nos los encuentran. 

Miércoles, 12 de septiembre | Cae todo, como el pelo y la ministra

Cae la ministra de Sanidad por su dudoso máster, decía este periódico en portada. El verbo caer en periodismo se reserva para los acontecimientos que entrañan estrépito. Cae la bolsa de Tokio, caen las Torres Gemelas, cae la cúpula de ETA, cae en una redada el cartel de Medellín. Cae la ministra desde su máster de pega y se lleva las heridas en el alma dejando a Sánchez en evidencia y firmando el segundo decreto de cese ministerial en cien días. Cae la ministra víctima del papanatismo español que se pone genuflexa ante la titulitis. Cae otra venda de los ojos de una sociedad hipócrita, que se escandaliza por las pillerías que heredamos ya desde nuestro Siglo de Oro. Cae porque en este país aún vales más por lo que aparentas ser que por lo que eres. Pero, sobre todo, cae porque la secuencia de chapuzas cometidas en solo dos días no tienen de pie ni a las Pirámides de Egipto. Le ha caído hasta el pelo. A su presidente las canas pronto le poblarán las sienes.

Jueves, 13 de septiembre | Un salvavidas muy útil. O no tanto

La Diputación rescata el Festival de Cine. Un salvavidas para el gobierno local. Al certamen cinematográfico no lo rescata la ciudad ni sus ciudadanos, ni siquiera entre sus bostezos. Ni al festival de cine, ni al de teatro, ni al Outono Fotográfico, ni a la banda de música. La ciudad está en fase de retroalimentación, huérfana hasta de la intelectualidad orgánica, viviendo en un tanto me da, en una sinecura que nos vuelve aún más superfluos. Ahora viene la Diputación y echa un cable para salvar el evento cinematográfico. Pero, no nos engañemos, si no lo hiciese tampoco pasaría nada. Aquí nunca pasa nada.

Viernes, 14 de septiembre | El botellón ya se queda corto

El periódico contó que el botellón quedará prohibido en la ciudad con una futura ordenanza. Nunca le vi mucho sentido a quedar para beber hasta doblarse. En el botellón no se bebe para celebrar, tal vez para olvidar. Con el escenario político que tenemos estos días se impone no ir de botellón, sino trasegar.

Sábado, 15 de septiembre | Todo sea por ganar algo de movilidad

La semana de la movilidad llega por la vía del decreto. Prohibido aparcar en varias calles, dice el Concello. Impedirá circular en determinados viales y alguna cosa más. Bastaría ver cómo se está poniendo la gasolina para disuadirnos. 

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