VERANO SECO EN OURENSE

La tierra de los mil ríos añora la lluvia

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photo_camera Aspecto que esta semana presentaba el embalse de Castadón, próximo a la ciudad de Ourense. (MIGUEL ÁNGEL)

En esta época de sofocante calor, mirar al cielo en búsqueda de alguna nube que consuele con sombra o agua, se ha convertido en el principal ejercicio de los ourensanos

En esta época de sofocante calor, mirar al cielo en búsqueda de alguna nube que consuele con sombra o agua, se ha convertido en el principal ejercicio tanto de quienes viven en la ciudad y padecen los rigores de la canícula, como para quienes viven en el campo y se encomiendan a la milagrosa lluvia que otorga vida a los cultivos y acaba con la letal plaga incendiaria.

De seguir la tendencia que la temporada va marcando en su calendario, los ourensanos terminaremos invocando una danza de la lluvia colectiva para revertir la situación. El año hidrológico que rige el conteo de cada una de las gotas caídas da inicio cada octubre y finaliza al siguiente septiembre. En el que se encuentra en curso, la tendencia ha sido a una escasa precipitación acumulada.

En la actualidad, se presenta una situación denominada 'sequía meteorológica moderada': nos encontramos a un 83% de la media que cada año marca. El calificativo moderado se desprende del hecho de que ha llovido un 76% del total que suele hacerlo en un año normal. Si tenemos en cuenta que aún restan mas de dos meses para que el año hidrológico finalice, ello significa que tal porcentaje se incrementará ligeramente.

Visto mes a mes, es fácil concluir que los paraguas de la ciudad acumulan telarañas en su interior: apenas 10 jornadas de lluvia se espacian entre mayo, junio, y lo que llevamos de julio. Comparativamente, solo el año de 2011 fue tan seco como el actual. Jugando en contral del conjunto: las altas temperaturas que padece la provincia, lo que eleva la evo- transpiración y hace que la tendencia sea mas seca aún.

En suma, para visiones y análisis, números y tendencias: para los que ven el vaso medio lleno, el actual constituye tan solo un año moderadamente seco, con muy bajas precipitaciones en conjunto, pero dentro del promedio anual registrado. En principio, los em- balses se encuentran al 75% de su capacidad.

Para los que ven el vaso medio vacío, se encuentra el hecho incontestable de una tendencia seca, que podría pronunciarse mucho mas aún, manifestándose con fuerza el próximo año hidrológico. Entonces, sí miraremos hacia el cielo. 

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