María Alida Iglesias Gil: “Todavía hay mucha violencia de género que no sale de casa y no se denuncia"

photo_camera La jefa de la Unidad contra la Violencia de Género en Ourense, Alida Iglesias, asegura que hay un repunte de denuncias en primavera y verano. En este momento hay 373 casos activos en la provincia, de los que cuatro son de alto riesgo. Actualmente hay 24 agresores que portan una pulsera para el control telemático de las medidas de alejamiento y cinco casos activos de menores de edad víctimas de violencia de género.
Entrevista en profundidad a la jefa de la Unidad de Violencia sobre la Mujer en Ourense

Alida Iglesias tiene abierta la puerta del despacho, y no es una metáfora. Interrumpimos la entrevista con la jefa de la Unidad de Violencia sobre la Mujer en Ourense porque una víctima necesita hablar con ella. No es su obligación recibirla, pero lo hace siempre desde que tomó posesión de su cargo, en febrero de 2019. Ha decidido implicarse porque considera que así tiene más herramientas para ofrecer toda la ayuda posible. Nacida en Puga (Toén), cree que el único objetivo de la violencia es el sometimiento de las mujeres y trabaja haciendo el seguimiento de los 373 casos activos de violencia de género que hay en la provincia, de los que cuatro son de alto riesgo.

En Ourense, aumenta la violencia de género en verano…

Sí, siempre hay un repunte en primavera y en verano porque hay más convivencia y el calor nos altera. También hay mayor convivencia en Navidad, pero no se produce ese repunte. Como ejemplo, el pasado enero se presentaron 32 denuncias en la provincia y este julio, 59. Hay una progresión siempre, salvo durante la pandemia. Nos habían advertido de que se iba a producir un repunte tremendo, pero fue todo lo contrario. Los agresores controlaban a las víctimas y sus teléfonos las 24 horas. La violencia estaba ahí y las mujeres estaban más sumisas para no enfadar a la fiera y ponerla más agresiva. 

¿Me está  hablando de algún caso concreto?

En pleno centro de Ourense y en plena pandemia, un hombre le pegaba a su mujer todos los días. Ella aprovechó que él le dejó un día bajar a tirar la basura y metió una nota por debajo de la puerta de la vecina, que llamó a la Policía. Ahora está en una casa de acogida.

La salvó  poder bajar la basura.

Sí, es un caso real, pero hay muchos. Antes de la pandemia, en O Barco de Valdeorras, un hombre tenía secuestrada a una chica y le golpeó tan fuerte la cabeza contra la pared que estuvo ingresada en cuidados intensivos por daño cerebral. Un día gritó desde un balcón y eso la salvó.

¿Y la violencia doméstica?

Aumentó mucho durante la pandemia. Recibimos muchas denuncias por agresiones entre padres e hijos, y entre hermanos.

¿Qué motiva la violencia?

No hay motivo ninguno para la violencia. Si no estás a gusto con una persona, te vas. Tampoco entiendo el objetivo de la sumisión química y los pinchazos porque hoy en día hay mucha libertad sexual. Quieren someter a las mujeres durante toda la vida.

¿Cuántos casos hay activos de violencia de género?

Tenemos 373 en la provincia, de los que cuatro son de riesgo alto. En la ciudad de Ourense, 154. La valoración de los casos tiene varios niveles: extremo, alto, medio, bajo y no apreciable. Desde aquí hacemos el seguimiento de las víctimas y los agresores. Cuando  salen de prisión, nos los comunican a nosotros y a  las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que se encargan de la protección de las mujeres. En la ciudad de Ourense se encargan tres cuerpos: la Policía Local, la Guardia Civil y la UPA, la policía autonómica. En el resto de la provincia, se encargan la Guardia Civil y las policías locales de aquellos ayuntamientos que están adheridos al Sistema Viogén, en un convenio de colaboración con el Ministerio del Interior.

¿Cuál es el perfil del agresor en Ourense?

Eso es muy complicado, aunque te puedo asegurar que el 70% de los agresores son españoles y el 30% restante, extranjeros. Hay muchas víctimas extranjeras, con parejas de aquí o de fuera. Se creen que  son objetos y pueden hacer con ellas lo que quieren.

¿La protección de los hijos de agresores ha mejorado?

Sí, la violencia vicaria ya se contabiliza desde enero de este año, como los feminicidios. 

¿En qué  consiste el seguimiento de las víctimas?

Cuando hacen la denuncia, se les ofrece un abogado gratuito, independientemente de la situación económica de la víctima; un psicólogo de inmediato, porque tenemos un convenio con el Colegio de Psicólogos de Galicia; y un trabajador social. También se les ofrecen terapias posteriores con la víctima y con sus hijos. Antes, para que esos niños tuvieran acceso a esa terapia era el agresor el que tenía que dar permiso. También cambió el régimen de visitas, lo normal es que se le retire. El que es un maltratador con la madre no puede ser un buen padre. 

¿Cómo las protegen?

En la Policía Nacional está la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (Ufam) y cada agente tiene asignado un número de víctimas. En La Guardia Civil, tenemos el  Equipo Mujer-Menor (Emume) y los equipos Viogén, que se crearon el pasado febrero. Son cuatro equipos de agentes: en Ourense-Carballiño, Celanova, Verín y A Rúa, y hacen el seguimiento y control de las víctimas. En un caso de riesgo extremo hay que vigilar a la víctima las 24 horas del día y, si sale, tiene que hacerlo acompañada.

¿A quién pueden pedir ayuda?

Pueden llamar al 016 por cualquier tipo de violencia que se contemple en el Convenio de Estambul; a Atenpro, de la Cruz Roja, que tiene mayor cobertura en cuanto a víctimas; y Cometa, que son las pulseras que llevan a agresor y víctima para detectar los quebrantamientos de las órdenes de alejamiento. Hay 24 en la provincia.

¿Son efectivas estas pulseras en Ourense si el alejamiento es de 500 metros?

Son efectivas, pero están pitando todo el rato. Los agentes tienen que presentarse igual para proteger a la víctima, aunque el agresor se haya acercado de forma accidental. Primero las llaman y les dan pautas para que se autoprotejan hasta que ellos lleguen. Luego buscan al agresor y comprueban si fue intencionado.

¿Hay violencia de género entre menores?

Sí, no muchas, pero hay víctimas y agresores. En algunos casos son los dos menores, y en otros, la víctima es menor y el agresor, no. Hay cinco casos activos.

¿Y entre mayores de 65 años?

Muy pocas porque esas mujeres ya normalizaron la violencia y no la denuncian, sobre todo en el rural. Solo hay 11 casos activos. Los tramos de edad que presentan más denuncias son  entre 31 y 64 años.

¿Aún hay violencia de género sumergida?

Sí, hay mucha violencia de género que no sale de casa e hijos que lo saben y no lo denuncian.

¿Y la violencia de género psicológica?

La violencia física es la más fácil de demostrar, la más complicada es la psicológica, emocional, económica. Se puede denunciar, pero demostrarla es complicado. Es una persona que te humilla, te acosa y te controla.

¿Hay más violencia de género hacia mujeres sin formación?

Si tienes formación y autonomía económica, lo puedes afrontar de otra forma. En otro caso, aguantan lo indecible. Aunque hay víctimas que tienen dependencia emocional del maltratador y eso es muy difícil de erradicar.

¿Hay denuncias falsas?

Muy pocas. Ocurre lo contrario, que mucha  gente que debería denunciar no lo hace y esperan a cuando las agresiones ya son muy graves.

No sabía que tenía relación directa con las víctimas.

No se suele tener; no está dentro de nuestras funciones, pero nunca me niego. Recibo a todo el mundo e intento ayudar; para eso estamos.

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