Pasó lo que pasó

Tome nota del número premiado

Elsa Altagracia
photo_camera Elsa Altagracia
Una vidente aventuró el número premiado de la lotería. Es el riesgo de la anticipación. Al menos no hacen como algunos políticos que encuentran la solución a los problemas cuando ya no están.

Las evidencias de una vidente


La vidente de Xinzo, Elsa Altagracia, señaló el número 86.098 como premiado con el gordo de la lotería que se celebra hoy. Armó tal revolución con sus dotes adivinatorias que los boletos se agotaron al poco de salir la información en este periódico. Hemos lamentado la orfandad de liderazgo de esta provincia, echábamos de menos a un flautista de Hamelin al que seguir y resulta que la solución estaba en la bola de cristal y, casi, en la Bruja Avería de la vieja tele. Las colas en la ventanilla del dinero fácil fueron la imagen de estas vísperas de lotería navideña.

Doña Elsa, que ha evidenciado nuestra escasa querencia por el raciocinio y nuestro apego por las supercherías, podrá subir las tarifas de cada consulta. Y, si ya acertase, le supongo reclamando sitio en el Oráculo de Delfos. El siguiente reto de la vidente de Xinzo será señalar los yacimientos de empleo de la provincia, aún sospechando que las colas para entregar el currículum no serán tan largas como para comprar el billete de lotería. Pero, si me apuran, adivinar el premio es género menor al lado de predecir la fecha exacta de la llegada del AVE, cuándo tendrá Ourense su primer hotel termal, cuándo Sánchez formará gobierno o, incluso, cuándo parará de llover. La vidente de A Limia adquirió relevancia cuando en 2017 compró un billete de lotería que acabó agraciado con el segundo premio. Dijo entonces que el número se lo habían soplado los difuntos que, como es bien sabido, se lo saben todo de este mundo una vez que marchan de él. Le pasa como a los políticos. Una vez que se van de los puestos tienen recetas para todos los males que no aplicaron en sus cargos y escriben ahora libros autoexculpatorios y de memorias. Los vivos somos como los políticos en ejercicio, nos contentamos con ir tirando y tapando problemas con chapa y pintura. Tampoco podemos saber de todo, para cuanto más el número premiado de la lotería, que eso es solo cosa de la pitonisa Elsa. 


Como escribir de Alfonso Guerra


Decía un periodista a comienzos del felipismo que cuando no tenía de qué escribir acababa haciéndolo de Alfonso Guerra. El número dos del PSOE y vicepresidente con Felipe González, látigo de casi todos sus adversarios, tomaba de su propia cicuta siendo blanco de saetas periodísticas. Siempre dejaba un cabo suelto capaz de armar una columna. Bajando mucho (pero mucho) el listón pasa lo mismo con el alcalde Jácome.

Siempre hay de qué o de quién hablar, pero nadie es tan narcisista, pide tanta atención como él, devorado por su propio personaje. Está más cerca de las bufonadas de Jesús Gil que del intelecto de Guerra y no hay semana en la que el presidente de la corporación de la ciudad no se reivindique. Y cuando no habla él lo hacen sus hechos o persona interpuesta. Contaba el periódico que Jácome solo logró activar uno de los 27 proyectos de la capital desde que se mudó a la alcaldía. Es una cuestión de prioridades, al menos ha conseguido meter a 27 asesores que se pagan con los impuestos. El 27 es el número mágico de la institución local: 27 concejales, 27 proyectos incumplidos, 27 asesores. A éstos últimos no les hace falta que la vidente de Xinzo le sople el número premiado: se repartirán 800.000 euros cada año.


Unos kilómetros con más metros 


Resulta que el cierre de los paritorios de Verín es "provisional", según el presidente de la Xunta. Los informes médicos, rigurosos como las Tablas de la Ley, debían de ser seguidos al pie de la letra. Decían que el número de nacimientos no justificaba un servicio como este en el hospital comarcal. Pero, como en las sentencias, cabe recurso y ahora se atienden razones inconcebibles hace unas semanas. Nada tuvo que ver la presión social, claro, para el cambio de decisión en la Xunta. Han tenido reflejos en la comarca, que además le han regalado minutos de gloria a la oposición en el Parlamento. Lo de Verín entrará en solución parcial si se consigue contratar a dos pediatras. La reacción de una comarca ha sido crucial porque se reivindicaban los derechos de las mujeres a no tener que ir a parir a 70 kilómetros, que son los que hacen las parturientas de Lobios o Entrimo cuando tienen contracciones. Con ellas no va la cosa. Esta al menos.


Dormir como niño


Cinco encapuchados asaltan una vivienda en Vilar de Santos y agreden a sus dueños, que tienen más de 80 años. "Nadie se imagina el miedo que pasamos", dice una de las afectadas. El botín fue nulo. El sueño de los ancianos será siempre leve por el miedo. Debería ser como siempre reparador y feliz, como los niños que fueron.

Ata o mismo carallo de tanto chover
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Llueve estos días hasta el exceso, hasta el daño material, como lo hacen en las vísperas del cambio climático. Llueve como antes de que existiesen las redes sociales, las aplicaciones de los móviles, antes de inventarse Meteogalicia. Lo hace con la exuberancia de esta tierra, como una comida eterna en la casa familiar un domingo. Lo hace de forma poética: "Chove na casa do probe e no meu corazón tamén chove" (Celso Emilio Ferreiro). Pero, por chover chove aquí ata enchouparnos de pés a cabeza. Pero, sobre todo ata o carallo de tanto chover.
 

 

EL PORTAFOTOS

Ourense. 28/09/2018. Entrevista al subdelegado del gobierno Emilio González.Foto: Xesús FariñasEmilio González Afonso es el subdelegado del Gobierno en Ourense. Hombre de porte bonachón, guarda cierto parecido con Geppetto, el carpintero que creó a Pinocho. Casa más con el perfil de un Defensor del Pueblo, un juez de paz o, si me apuran, con un Dalai Lama retirado en un recoveco del valle de Monterrei. Sale de vez en cuando en los periódicos más fruto de una agenda de un rey de Zarzuela que de un hombre de acción. El margen de maniobra que le deja el cargo es escaso, representación y poco más. Aquel bregado alcalde de Verín ha devenido en un bizcochable subdelegado con el que tomarse un cocido. Al menos no está tan hipervitaminado como su jefe, el delegado del Gobierno, Javier Losada, siempre deseoso de ejercer de turiferario a las órdenes de Madrid . González Afonso, sin embargo, lo mismo recibe a la directiva del Club de Leones que entrega los premios del concurso escolar de la Constitución.Flequillo indómito y bigote canoso, el doctor Emilio da un toque de bonhomía a una institución que, no lo olvidemos, es partidaria. Está en manos del PSOE, esa organización que al menos aún no le ha puesto la proa. Con la afición de esta  gente por el cainismo. Pero bueno, Pinocho nunca traicionaría a Geppetto. Una cosa es ser bonachón y otra un títere, como el muñeco de madera.

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