El Concello de Verín subastó un burro que vagabundeaba por el casco urbano. El equino, cuya puja fue anunciada en el BOP, sólo contó con una persona interesada, que lo llevó a su casa por 10 euros.

'Tonito', adjudicado por 10 euros

'Tonito', atado a un árbol en una finca de su nuevo dueño, en los alrededores de la villa. (Foto: A.R.)
Diez euros. Esto es lo que se acaba de embolsar el Concello de Verín por el burro conocido como 'Tonito', que apareció vagabundeando hace mes y medio por las calles de la villa.
Los técnicos municipales no precisaron la edad que tiene el equino, pero el concejal de Servicios Xerais, José Ramón Blanco, tiene la certeza de que su dueño lo abandonó por ser demasiado viejo y cojear de una pierna.

Pero quizás lo que nunca se imaginó su propietario a la hora de soltarlo en la vía pública es que su nombre figuraría en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y que llegaría a reunir en el salón de plenos a parte del grupo de gobierno, secretaria y tesorero municipales para, mediante subasta pública, adjudicarle un nuevo amo.

Sin embargo, así fue. 'Tonito' figura ya en los papeles oficiales del Concello de Verín, aunque su valor tan sólo fuera el de 10 euros, en los que se incluye la manutención y alojamiento durante un mes y medio. 'Desde que lo recogimos intentamos llevar todo por la legalidad para que, en caso de entregárselo a un nuevo dueño, éste no tuviera ningún problema por si se lo reclamaban o acusaban de robo', apuntó José Ramón Blanco.

Éste fue el motivo de que apareciera en el BOP. 'Insertamos el anuncio para buscar a su dueño y, en caso de no aparecer, anunciar la subasta', añadió el edil.

'Tonito', nada más aparecer vagabundeando por Verín, fue recogido por los miembros del Grupo de Intervención Rápida (Grumir) de Verín, que lo llevaron a la casa que tiene uno de sus miembros, Alberto Vicente, cerca de Verín, donde estuvo durante este tiempo.

Transcurrido un mes desde que su nombre apareció en el BOP y a la vista de que nadie reclamaba el equino, el grupo de gobierno procedió a su subasta y el propio Alberto Vicente fue el único interesado en quedarse con el animal. 'Los gastos son pocos, porque pasta por la finca, bebe agua y come una poca hierba seca. Desde que está a mi cuidado, ya parece otro, engordó', explicó el nuevo dueño, satisfecho con los trámites del Concello. 'Ahora nadie puede reclamarlo, ni acusarme de nada', añadió.

Mientras, José Ramón Blanco asegura que los burros abandonados en el casco urbano verinense están suponiendo un problema para el Concello. 'En cinco años ya recogimos 11, aunque la mayoría estaban muertos. Éste es el primero que subastamos, los otros los entregamos. De los que estaban muertos, recogió el cadáver un coche oficial de la Xunta', señaló Blanco. La Policía Local tiene abierta una investigación para identificar a las personas que abandonan a los burros.

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