Restricciones

Toque de queda hostelero, otra piedra: “Nadie cena a las ocho"

OURENSE (PRAZA DO TRIGO). 29/10/2020. OURENSE. Os restaurantes de Ourense ven incompatible o toque de queda cos horarios ós que estaban acostumados a servir cenas. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Una pareja de clientes en una terraza. // FOTO: ÓSCAR PINAL
Los restaurantes desconfían de que adelantar los horarios funcione: "Aquí cenamos a las 10,30"

La hostelería mueve estos días una campaña para animar a la gente a que adelante su cena a las 20,00 horas por el toque de queda y así ayudar a los negocios. Los locales ya han adelantado su hora de apertura, casi por obligación, pero desconfían de que el cliente ourensano se adapte a esta nueva rutina tan europea. Los restaurantes optan por abrir para cenas casi exclusivamente en fin de semana, el reparto a domicilio salva escasos gastos y la prohibición de reuniones sociales termina por minar los negocios, tocados de lleno por la pandemia. Los Vinos, ahogados, piden hoy por registro al Concello de Ourense–a través de la asociación Véxote nos Viños–una especie de protección como atractivo turístico y patrimonio cultural, algo que ocurre en otras ciudades como, por ejemplo, los pinchos de Bilbao. Mientras, la estampa es desoladora y los recibos siguen llegando aunque la facturación sea nula.

Solo fines de semana

Pablo Otero, responsable del Bodegón Antiga Leitería, admite el adelanto de horario con resignación. No queda otra. Hace tan solo unas semanas lo habían ampliado gracias a que la clientela se animaba a las cenas fuera de casa en una época dura para todos los bolsillos. "Abrimos a las ocho, pero solo los fines de semana. De lunes a jueves solo a mediodía, no compensa".

Como mucho, a las nueve

Carlos Doval, de A Palleira, acostumbrado al ambiente de las cenas en la barra de su local de la avenida de Buenos Aires, tampoco abre entre semana por las noches. "Ya estábamos abriendo solo viernes y sábados en octubre y no sabemos cómo va a reaccionar la gente, tenemos que mirar este fin de semana. Lo del toque de queda es otra cosa más. Lo más pronto que te viene la gente es a las nueve de la noche. A las ocho ya tenemos a gente cenando, pero hay que ser realistas... A nosotros nos gusta comer a las dos y cenar a las 10,30 o a las 11. En cuanto la gente pueda, la gente volverá a cenar a las once. Lo tengo clarísimo. Nuestros horarios de trabajo están adaptados a nuestra forma de vida". 

El responsable de A Palleira apunta a la prohibición de reuniones entre no convivientes como lo que más fastidia en estos momentos al sector hostelero.

A las 10,00, “toque" al cliente

José Luis Fernández, del restaurante Tapa Negra, es de los pocos que resiste en el casco histórico. "Abrimos un pouco antes a cociña e ás 10 avisamos á xente de que vaia acabando, ás 10,30 temos que levantalos da mesa". El responsable del Tapa Negra apunta igualmente a las dudas de la gente: "Reservan e preguntan se poden estar aquí ata as once da noite, pero non se pode. Gardan sitio para as nove da noite. Pero adaptarnos a cenar ás oito da tarde vai costar, ogallá que funcione, pero non o vexo".

David Rodríguez, de O Pazo de Canedo, se mantiene con "pouco optimismo". "Pola noite entre semana non abro, só venres e sábado. Este fin de semana probraremos a abrir ás oito, pero non creo que sexa a solución. Se a xente non sae a mediodía, tampouco vai a saír á noite. E menos coa norma que temos aquí en Ourense dos non convivientes e de máximo cinco persoas. Estaremos, porque hay que loitar ata o final".

Gonzalo Carballeda, de la Parrillada Río, abre a las ocho "por si viene alguien a cenar" y "seguimos con el reparto a domicilio hasta las 12,00, que no te salva nada, pero es la alternativa de facturar un poco más". "A las ocho de la tarde de momento vienen uno o dos, pero es muy complicado. Damos de comer y muchos se van a las cuatro, ¿cómo van a venir a cenar cuatro horas después? No lo veo. A las 10,30 tienes que decirle a la gente que termine porque en media hora tienen que estar en casa. Aquí es un lío, no creo que funcione". 

El sector de los Vinos lucha por ser “zona protegida"

Enrique Fidalgo, del bar O Frade y presidente de la asociación Véxote nos Viños es claro: "Lo de adelantar la cena no lo vemos. Habría que cambiar un montón de horarios, incluidos los laborales. Están intentanzo europeizarnos, pero es algo improvisado y discriminatorio con la hostelería". Los Vinos, "prácticamente todos los negocios cerrados". El colectivo de hosteleros del Casco Histórico presentará hoy por registro al Concello de Ourense una serie de medidas de urgencia. "Se necesitan ayudas directas para cubrir los gastos fijos", apunta en primer lugar el presidente de Véxote nos Viños. 

Entre las propuestas de la carta que envían hoy por registro, anotan también la exoneración total de los veladores y el IBI y la creación de un órgano conciliador entre arrendador y arrendatario."Muchos han comprendido la situación y han hecho rebajas en el alquiler del local o incluso suprimido el coste, pero otros no". Proponen una comisión mixta con los hosteleros y que se realice un proyecto para la declaración del sector hostelero y comercial de los Vinos como "zona especialmente protegida o zona especial de influencia turística, que permita la protección de la singularidad de la zona. Somos conscientes de que no se hace en un día, pero la repercusión sería increíble. Necesitamos un impulso urgente. Esto se muere". 

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