La tortuga exótica invade las aguas ourensanas

Tres tortugas en una de las rocas del área del embalse, en Cachamuíña (Pereiro).
photo_camera Tres tortugas en una de las rocas del área del embalse, en Cachamuíña (Pereiro).

El galápago de Florida, una especie invasora, crece en el embalse de Cachamuíña. Los ecologistas piden a Medio Ambiente un plan de estudio para conocer el número de ejemplares, “cada vez maior” y actuar para controlar su expansión. 

La tortuga de Florida, registrada en el catálogo español de especies exóticas invasoras, no deja de crecer en el embalse de Cachamuíña. Los ecologistas detectan una presencia “cada vez maior” de este galápago en la zona y urgen un plan para su retirada y recolocación en centros de recuperación de fauna. La causa de los avistamientos, cada vez más frecuentes, es muy sencilla: los abandonos de quien tiene a las tortugas como mascota. Susana Fariñas, bióloga y voluntaria de Ecoloxistas en Acción, explica que el problema con esta población “é serio”. 

“Cada vez vense máis tartarugas nos encoros, chegan alí por culpa dos abandonos, porque a xente pensa que deixándoas en liberdade lles fan un favor, pero non é así”, apunta la bióloga. Los ecologistas han solicitado a la Consellería de Medio Ambiente un plan de estudio -para conocer el número de ejemplares- y, posteriormente, actuar para controlar su expansión. Al ser especies invasoras, “compiten mellor coas autóctonas e consiguen máis recursos”. 

Desde la pasarela de madera del área recreativa de Cachamuíña se producen habitualmente los avistamientos. Los ecologistas han registrado ejemplares como el de la foto, cuyo tamaño es incluso mayor que el de un pato. La tortuga de Florida prefiere aguas tranquilas, de uno a dos metros de profundidad, con abundante vegetación y sitios para “asolearse”. Así, las rocas del embalse son el hábitat donde dejan verse en las horas de más sol. La subespecie que predomina en Cachamuíña es la Trachemys scripta elegans, caracterizada por tener manchas rojas. Al ser invasoras, tienen una muy rápida adaptación y aumenta considerablemente su población. Los expertos piden a los paseantes que no se les de comida.

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