Concellos y Diputación tuvieron ayer jornada de puertas cerradas. La festividad de Santa Rita, patrona de los trabajadores de las administraciones locales y provinciales, les dio el día libre, pero aunque no les unió el trabajo sí lo hizo el festejo.
Tanto los empleados del Concello de Ourense como de la Diputación se citaron para comer. Los primeros lo hicieron en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz, evento al que acudió no sólo el alcalde, Francisco Rodríguez, sino también otros representantes de la Corporación municipal. Por su parte, la cita de los trabajadores de la Diputación fue el restaurante Betanzos, en Ponte Grande, cerca de Celanova. Sólo el servicio de registro oficial y la portería estuvieron ayer operativos en la institución provincial.
