OPERACIÓN LICOR IBÉRICO

El tráfico de licor operaba con dos negocios diferentes

photo_camera En este inmueble de la avenida de Santiago tiene un negocio legalizado Carlos A.M.A.

El vecino de Maside vendía a gran escala y tres miembros de una familia de San Cibrao, a pequeña 

La "Operación Licor Ibérico" permitió destapar un suculento negocio especializado en la fabricación y distribución ilegal de licores, que estaba articulado en torno a varios centros logísticos cuyos responsables compartían el mismo abastecedor de materia prima -alcohol puro de 96 grados- : una destilería ubicada en Coímbra (Portugal), país en el que hubo nueve detenidos.

En Ourense, según determinó la Policía Nacional, operaban dos negocios distintos cuyos almacenes estaban en Coles y Ponte Noalla (San Cibrao). Al frente del primero, los agentes sitúan a Carlos A.M.A. mientras que en el segundo, al taxista Justo A.F., su esposa Miren I.A.E. y su hijo Ashey A.E.

Fuentes de la investigación aseguran que en los registros realizados en sus v iviendas y naves hallaron evidencias de los delitos que se les imputan, contra la salud pública, además de tenencia y depósito de armas de fuego a Carlos A.M.A. Este último, el único que está en prisión provisional, trabajaba a un nivel más sofisticado y abarcaba un mayor número de clientes en la venta al por mayor de licores (licor café , hierbas y aguardiente). De hecho, según la Policía, en una nave industrial en Coles sin rotular, tras el Bricoking, tenía depósitos de hasta 3.000 litros para el almacenaje del alcohol. Además, el entramado del negocio ilícito estaba solapado con una actividad profesional legalizada ya que comercializaba dos marcas de licores al por mayor -Licores Caruxha y Paraíso - desde el 149 de la avenida de Santiago en Ourense, dado de alta con los consiguientes permisos sanitarios y en donde también había una oficina y área de embotellado. "Tenía en el mercado dos marcas legalizadas pero después distribuía en 'B' licores sin control alguno, sin garantías sanitarias ni control fiscal", aseguran fuentes de la investigación consultadas por este diario. De hecho, en la nave de Coles se tomaron muestras de productos sin etiquetar. No se descarta que sea anticongelante o líquido de frenos con los que adulterar los licores. En ese mismo almacén había azúcar, especias, edulcorantes y ollas. Un centro de producción, elaboración y almacenamiento clandestino en toda regla.

Pero los investigadores también creen, por el arsenal de armas encontrado en su casa de Listanco (Maside), que han destapado un negocio en torno a la venta ilícita de armas aprovechando sus viajes a Portugal. En la vivienda hallaron 12 pistolas, 4 fusiles, 3 escopetas, 2 pistolas detonadoras, 1 pistola eléctrica y 1 granada.

Del volumen del negocio que manejaba dan cuenta los casi 400.000 euros hallados en su casa (200.000, a buen recaudo en una caja fuerte).



pequeña escala en san cibrao

En los correspondientes dispositivos de vigilancia y seguimiento, los agentes pudieron constatar que el vecino de San Cibrao, quien operaba a más pequeña escala, utilizaba furgonetas alquiladas para distribuir los licores. La fabricación y almacenamiento, según fuentes cercanas al caso, estaba en torno a una gran vivienda en construcción en Ponte Noalla. Los depósitos allí hallados eran de capacidad más pequeña (1.000 litros). En la vivienda familiar de Justo A.F,, en Noalla de Abaixo, la policía se incautó de 7.000 euros.

Asimismo, la policía localizó otros dos centros de distribución en Vigo, en Ricardo Mella, y en Dozón (Lalín), lo que dio pie a otras dos detenciones más.

La investigación se inició hace más de un año cuando la Audiencia Nacional recibió una comisión rogatoria del país vecino por un presunto fraude a la Hacienda portuguesa a través de la venta de alcohol en la que había ciudadanos españoles implicados. Finalmente, fue el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo el encargado de dirigir la investigación.

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