La empresa amenazó con saciones por "estar en las instalaciones fuera del horario de trabajo"
"Normalidad" y "todo un éxito de participación". De esta forma resumían ayer los efectivos de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (Brif) el encierro que protagonizaron entre las 22,00 horas del jueves y las 08,00 del viernes en su base de Laza para reclamar mejoras salariales y laborales. La protesta fue secundada por más del 90% del personal (445 efectivos) del resto de base, 10 en total, que hay en todo el territorio nacional.
La de Laza es la única en Galicia y sus 59 trabajadores realizaron el encierro de forma pacífica. Eso sí, extendiendo una pancarta, en la que se hacía alusión a su duro trabajo sofocando fuegos y el sueldo que cobran, 700 euros netos al mes.
La protesta se vio alterada pasadas las 23,00 horas cuando irrumpieron en la base, situada a menos de medio kilómetro de Laza, técnicos de la empresa pública Tragsa, encarga de la gestión de estas brigadas de incendios, para identificar a todos aquellos trabajadores que estaban en las instalaciones cuando no era su turno de trabajo.
Los técnicos los instaron a abandonar las instalaciones bajo la amenaza de abrirles un expediente sancionador por ocupar y permanecer en la base fuera del horario de trabajo.
La amenaza no surtió efecto, dado que los brigadistas permanecieron allí. Es más, tuvieron la oportunidad de exponer a los técnicos sus condiciones de trabajo, con jornada que pueden llegar a las 14 y 15 horas en caso de estar sofocando un incendio. Los brigadistas insistían ayer en reclamar un convenio que los equipare como bomberos, mientras en la empresa declinaron hacer ningún comentario sobre la protesta.
