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Tras la pista del parto oculto

bebé abandonado
photo_camera José Manuel Camiña fue la persona que halló al bebé dentro del contenedor.

La Audiencia acoge hoy la primera sesión del juicio por tentativa de asesinato que sienta en el banquillo a la madre biológica del bebé abandonado en un contenedor de basura en septiembre de 2017.

Estefanía D.A.G., de 30 años, logró ocultar el embarazo de su cuarto hijo a todo el mundo. Ningún médico de Primaria, ginecóloga o matrona siguió la evolución de la gestación y atendió el posterior parto. Ningún análisis de sangre o ecografía dejó constancia de su gestación de 37 semanas. Tan siquiera su pareja, con quien ya había tenido un hijo, supo que iba a ser padre de nuevo.

Parió entre las 15.30 y las 16.00 horas del domingo 17 de septiembre de 2017 en la más absoluta soledad, en el baño del cuarto piso del número 6 de la calle Río Sil de la ciudad. Cuando las contracciones apuraron, solo estaba ella, unos trapos y unas tijeras. Por esta razón, fue tan difícil dar con ella e imputarle el abandono de su hijo recién nacido en un contenedor de basura del barrio de O Vinteún. Hasta que las complicaciones, en forma de hemorragia postparto, la delataron en su propio entorno familiar.

Precisamente, la Policía Nacional llegó a ella a través de una minuciosa investigación y una llamada que advertía que Estefanía sangraba y no quería ir al médico. Antes, los agentes ya habían indagado en los registros de mujeres preñadas de los centros de salud y hospitales sin pistas que seguir. 


Análisis de ADN


Un posterior análisis de ADN permitiría relacionarla con el recién nacido de apenas dos kilos de peso que un vecino del barrio, acostumbrado a rebuscar en los contenedores, halló en una bolsa de basura, enrollado en una especie de cortina y aún con el cordón umbilical y la placenta que durante meses lo unieron a su madre durante su primera vida, la intrauterina. El indigente alertó de la presencia del niño a una mujer, Saray Iglesias, que pasaba por la calle. La hostelera Justa Rodríguez se sumó al improvisado operativo de rescate y juntos recogieron al niño de entre restos de desperdicios al tiempo que alertaban a la Policía Nacional y a una ambulancia del 061, que lo trasladó al CHUO. Allí,  en la unidad de Neonatos, estuvo ingresado ocho días.

 El hijo biológico de Estefanía se salvó gracias a los vecinos. Pero también la colaboración ciudadana hizo posible que hoy se siente en el banquillo de la sección Penal de la Audiencia de Ourense acusada de tentativa de asesinato.

La Policía Judicial de la Comisaría de As Lagoas detuvo a la madre dos meses después de que hubiera dejado a su pequeño en el contenedor, a la altura del número 20 de la calle Río Bibei, próximo a su vivienda.

"Fue una investigación complicada y laboriosa porque no había ningún registro de ese embarazo y nadie del entorno sabía que esa persona estaba embarazada", asegura Bernardo Caamaño, el inspector al mando de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violente (UDEV) de Ourense. En un primer momento -reconoce- comenzaron a indagar en el barrio  donde apareció el bebé. La persona que lo hizo actuó a primera hora de la tarde, a plena luz del día, y presupusieron que la distancia recorrida con un bebé aun vivo en una bolsa de basura debía ser pequeña. En total, 350 metros son los que separan la casa de Estefanía del contenedor.

"La importante colaboración ciudadana", reconoce el responsable de la investigación, permitió centrar en el plazo de un mes la investigación en la vecina de la calle Río Sil, un mujer con problemas económicos, antecedentes penales por delitos contra la propiedad y con tres hijos pequeños a su cargo. La intervención telefónica y, sobre todo, la prueba de ADN, previa autorización judicial, facilitó a la Policía ir sobre seguro cuando el 14 de noviembre, al mediodía, la detuvieron cuando se disponía a entrar en su domicilio. 


El fiscal cree que fue una tentativa de asesinato


Estefanía D.A.G. se enfrenta a una petición inicial de 15 años y un día de prisión por tentativa de asesinato -está en prisión provisional desde su detención-, la privación de la patria potestad del menor a la procesada y 20 años de alejamiento a una distancia de 500 metros. El abogado de defensa alega que el abandono no suponía la muerte inmediata del niño y  plantea una tentativa de homicidio con las atenuantes de confesión, drogadicción y trastorno mental transitorio. 

Los peritos tiene claro que la criatura hallada en el contenedor  hubiera muerto si Camiña no lo hubiera encontrado. Nació prematura, lo que supuso un riesgo para su salud por la escasa maduración de sus pulmones, la falta de grasa que le permitiera regular la temperatura exterior y la falta de tiempo para mejorar el funcionamiento de sus órganos.

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