Ruta Miño- Sil: un trayecto sencillo para disfrutar en bicicleta

Castrelo do Miño está muy vinculada a las actividades ciclistas.
photo_camera Castrelo do Miño está muy vinculada a las actividades ciclistas.
La gastronomía, el termalismo y al patrimonio dan valor a una ruta que apuesta por la sostenibilidad

La llegada de la primavera es una época perfecta para realizar rutas ciclistas de gran interés paisajístico para recorrer las orillas de los ríos Sil y Miño en una ruta de unos 120 kilómetros que permite acercarse a la naturaleza de una forma diferente, disfrutando del deporte pero también de los enclaves turísticos de cada una de las localidades que recorre la ruta.

Comenzando la ruta desde la zona de Ourense dirección Untes por la N-120, el ciclista puede disfrutar de los entornos de rio Miño y de sus zonas termales. En Untes se puede realizar una parada para degustar las famosas anguilas de la zona, y reponer fuerzas antes de reemprender la marcha hacia el río Barbañica y seguir desde ahí dirección Barbantes. Esta localidad cuenta con una zona recreativa con tres pozas termales, y un microclima que le permite estar en esta época del año en temperaturas entre los 20 y los 25 grados, ideal para estirar la piernas tras varios kilómetros de ruta. 

La siguiente para es Laias, un paraíso termal y uno de los favoritos de los ciclistas que aprovechan su tiempo libre para acercarse hasta este enclave natural de la provincia. Quienes tengan tiempo y fuerzas para desviarse un poco de la ruta inicial, puede visitar el castro de San Cibrán de Las, un lugar de visita obligada para conocer los castrexos, parte del patrimonio más representativo de la cultura gallega prerromana. A unos 30 kilómetros, y pasando por O Carballiño, está el Monasterio de Oseira, un recorrido alternativo que se realiza a través de las carreteras AG-53 y OU-0406.

Desde Laias la ruta continúa por la N-120 por Razamonde, Xubín y Erbededo de Abaixo para proseguir por As Chabolas y Val de Pereira. En el cruce e intercambiador de carretera se sigue por la N-120 dirección Ribadavia, un lugar pefecto para comer y disfrutar de una localidad con un entorno medieval único, una ciudad declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1947.

Desde aquí el ciclista prosigue ruta por la Ou-305 hasta Porqueira para acabar en la villa termal del Arenteiro en el entorno del río Arnoia, para volver el camino de vuelta, pero esta vez por la OU-402 que lo llevará hasta Arnoia y desde ahí a A Carixa para llegar a Castrelo de Miño, uno de los enclaves deportivos de mayor peso en la provincia. El recorrido sigue hasta Prado, Astariz, Reboreda y Feá para luego proseguir por Quenlle, orillados al río, bordeando Alongos y Mugares hasta entrar en el territorio de los concellos de Barbadás y Ourense. El punto de referencia para los ciclistas será la zona de Reza, con unas impresionantes vistas del río Miño y de la zona termal local.

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