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Trives trabaja para reactivar zonas de viñedo abandonadas

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photo_camera Bancales de viñedo, en la Denominación de Orixe Ribeira Sacra.

El presidente del Consello Regulador Ribeira Sacra destaca las buenas características del terreno

El alcalde de A Pobra de Trives y el conselleiro do Medio Rural, Domingo Diéguez González y José González Vázquez, respectivamente, se entrevistaron este miércoles, teniendo sobre la mesa un asunto de especial interés para la economía trivesa: la recuperación de los viñedos abandonados. "Plantexei a necesidade de axuda para reactivar os viñedos. Queremos buscar unha fórmula para que emprendedores o adegueiros os recuperen", explicó el regidor.

El conselleiro, José González, se comprometió a visitar en breve A Pobra de Trives para analizar "in situ" posibles soluciones. Es más, el alcalde señaló que la propia Consellería do Medio Rural trabaja en la redacción de un plan para reutilizar todos aquellos terrenos que estén en situación de abandono. En la reunión, Domingo Diéguez planteó "a necesidade de mellorar as infraestruturas dos viñedos, os accesos a eles", explicó.
Basta echar una mirada sobre los últimos datos que maneja el Consello Regulador da Ribeira Sacra acerca de la zona ourensana (Trives y Manzaneda) para conocer de cerca el rápido avance de las viñas abandonadas.

En 2005, la superficie inscrita por los 75 viticultores triveses en la D. O. abarcaba 33,99 hectáreas. El año pasado, solo fueron 24 los productores que inscribieron menos de la mitad de esa extensión: 13,96 hectáreas. En Manzaneda, el número de agricultores se redujo a menos de la mitad, pasando de 97 a 44, pero la superficie trabajada apenas disminuyó, pues apenas se perdió una hectárea, al bajar de 54,46 a 53,75 hectáreas. La situación es la opuesta al observar las bodegas, siendo dos las trivesas contabilizadas hace un año, cuando hace 13 años solo había una anotada. A su vez, el Concello vecino pasó a quedarse con una de las dos que poseía. En el conjunto de Ribeira Sacra, la superficie de viñedo apenas varió en ese periodo: de 1.241 hectáreas (2005) se quedó en 1.238.

El presidente del Consello Regulador de la D. O. Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez González, destacó las características de las viñas. "A zona é moi boa para o viño", comentó. Después de corroborar la gran cantidad de viñedos abandonados, explicó que el éxito de las dirigidas a su recuperación dependerá de que "haxa xente disposta a compralas".


"La zona es igual o mejor que Amandi"


Un buen conocedor de los bancales triveses es el ingeniero agrónomo y concejal de A Pobra de Trives Jesús Prieto Pérez. Lleva tiempo proponiendo la recuperación de las viñas abandonadas, sabedor de que "tienen un potencial enorme. A nivel suelo, orientación o propiedades organolépticas, la zona es igual o mejor que Amandi", dijo.

Jesús Prieto explicó que la parte ourensana de la Ribeira Sacra empieza en las proximidades de As Ermidas (O Bolo) y abarca Manzaneda, Mendoia y la ribera del río Navea. "Es la zona más extensa y también la más abandonada", explicó.

Atribuye este abandono de las viñas a una "emigración brutal" y explica que, en la actualidad, son muy pocos los viticultores jóvenes que trabajan las tierras en la zona. Él  mismo afirma que continúa en el sector vitícola "por amor al viñedo".

Este desinterés de los jóvenes triveses por la producción vitícola contrasta con las posibilidades que ofrece este territorio. "Es una alternativa. Si las instituciones amplían los accesos para colocar raíles o uvas, la gente se podría animar. A la comarca le iría muy bien", comentó y finalizó considerando que la apuesta por estas viñas podría tener un efecto llamada: "Habrá otros que se animen", dijo.

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