Los trabajos agrícolas siempre se han asociado al medio rural, pero en el último año una parte del campo ha entrado con gran éxito en la ciudad, a través del huerto urbano municipal.

Un trozo de campo en la urbe

Ana Garrido junto al grupo de vecinos que cultivan en el huerto educativo municipal (Foto: MARCOS ATRIO)
Hace más de un año que el Concello puso en marcha el huerto educativo municipal con el fin de dotar a los ciudadanos de un espacio de convivencia intergeneracional y de una alternativa de ocio saludable.
Situado en el barrio de Mariñamansa -entre la avenida de Zamora y el paseo del río Barbaña- , el huerto registra en los meses de verano más actividad, debido a la mayor disponibilidad de tiempo libre de los vecinos y la presencia de cultivos propios de la época estival. El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, y la concejala de Educación, Ana Garrido, visitaron ayer el recinto para comprobar de primera mano como está resultado la cosecha esta temporada.

Acompañados por el responsable del huerto y los vecinos que cuentan con una parcela, los representantes municipales confirmaron que la iniciativa ha sido un éxito. 'A demanda que tivemos cando o puxemos en marcha e agora a satisfacción das personas que están cultivando estas parcelas son os mellores indicativos de que esta foi unha aposta moi interesante', afirmó el alcalde, Francisco Rodríguez.

El espacio -de poco más de 2.000 metros cuadrados - está dividido en 22 parcelas, de las cuales, dos está destinadas a personas con movilidad reducida, y otras dos -de mayor superficie-se dedican a fines educativos y sociales. Las restantes se reparten entre jubilados y personas activas. En este sentido, Ana Garrido quiso destacar durante la visita, la importancia de la huerta como lugar de convivencia intergeneracional, donde tienen sitio todos los sectores sociales y 'se intercambian coñecementos e experiencias, ademais de transmitirse tradicións rurales á sociedade urbana', afirmó.

El alcalde percibió la dedicación e ilusión con la que los vecinos cultivan sus parcelas -que les fueron adjudicadas por sorteo- y los vínculos que entre ellos se crean. Y en este sentido, Ana Garrido, que hizo hincapié en el agradable ambiente que se nota en la huerta, contó que ' los vecinos comparten las semillas y cuando alguno no va a poder venir, llama a otro para que le riegue sus cultivos'.


INFINIDAD DE BENEFICIOS

La idea de las huertas urbanas es una iniciativa extendida por todo el mundo, y son muchas las razones que avalan su positividad.

Desde el punto de vista ambiental, las huertas en las ciudades favorecen la diversidad biológica y pasisajística, y ayudan a mejorar la calidad de ambiental.

Entre los beneficios sociales de estos espacios se encuentra el apoyo a la integración de personas mayores, que les ayuda a sentirse útiles y a mejorar su calidad de vida, ya que consumen alimentos más saludables.

En relación a esto, el biólogo agrícola Xusto Veloso dice que los productos de la huerta son más ricos en vitaminas 'xa que non as perden no transporte, por exemplo'. Y añade que 'los sales minerales de estas verduras y hortalizas favorecen que se regule el ph de la sangre y cuentan con un gran aporte de fibra'.

Te puede interesar