Pasó lo que pasó

Turismo de día, antro por la noche

O expositor de Galicia en FITUR en 2019.
photo_camera O expositor de Galicia en FITUR.

Ni pediatras ni forenses


Feijoo da más el pego como mediocampista que como killer del área. Aseado en el juego, creativo a veces, correcto las más, distribuye balones en una Xunta cuyo magisterio nadie discute. Del perfil político de sus conselleiros no vamos a decir nada aquí que no haya asumido ya todo el orbe político y mediático de este país. Sorprende que en la crisis de los paritorios de Verín él haya sido el más expuesto, la diana contra la que fueron todos los proyectiles. Mirando como silbaban las balas el resto del equipo de gestores sanitarios, con el conselleiro Almuiña a la cabeza.

Feijoo aprendió la lección y quiso cambiar de juego con una finta y primero anunció la inminente contratación de dos pediatras para el hospital comarcal de Verín (ahora ya no hace falta que sean diestros en el oficio, basta que sean titulados) y el lunes anunció que el servicio de hemodinámica funcionará las 24 del día. Dos días después, mejoras por 2,3 millones en las urgencias en el hospital verinense. A pocos meses de las elecciones el presidente no quiere hemorragias de votos mayores que las que se presagian por la comarca.

Ha percibido con nitidez que nada enciende más a la gente que la sola sospecha de una merma en la calidad de la prestación sanitaria. Todo eso nos reencuentra con nosotros mismos: los ourensanos ya solo quieren vivir en paz, sobre todo sanos, y con un médico al lado. En esas cosas no se piensa en la treintena, se barrunta cuando algo más de un tercio de la provincia ha superado las 65 primaveras. Es el futuro de las personas que parece que ya solo tienen pasado. Feijoo pudo haber venido a anunciar varios polígonos industriales, un hotel termal o hasta un aeropuerto en A Limia que muy pocos hubiesen levantado una sola ceja. Pero, cuidado con los médicos. Esos no se tocan. Ni pediatras ni forenses. 


Los alcaldes son muy de ir a Fitur


En realidad todos los carguiños son muy de ir a Fitur. La feria de turismo de Madrid es el lugar de promoción de todo, de lo primero de los genes del paleto. Las escenas allí retroalimentan guiones de las películas del género de los años 60. Por el día en el stand, por la noche de picos pardos por los pecaminosos antros madrileños desde los tiempos de Costa Fleming como bautizó Raúl del Pozo a la concentración de putiferios de la madrileña calle doctor Fleming. Alcaldes que llevaban las cañas del Cerviño en el tren para una degustación en el stand de Turgalicia y llegaban con la crema pastelera en modo pringue. La feria se sigue utilizando para estrenar algo, como la ropa de primavera el Domingo de Ramos.

Allá se presentan lo mismo ferias gastronómicas que el Entroido o una ruta de senderismo. Fácil, al cabo del día, que en aquel evento los periodistas sean requeridos en decenas de convocatorias. Lo más peregrino de las presentaciones es el público que acude: la parroquia. La provincia, la ciudad y sus instituciones presentan cosas de Ourense a los ourensanos. Los alcaldes, los concejales, los diputados, los senadores, los botijeros y fontanería diversa desplazada desde casa quinientos kilómetros con dietas escuchan a alguien de Ourense que promociona Ourense ante ourensanos, una especie de satisfayer institucional. Entre ellos, el alcalde Jácome, ahora converso de la feria que denostó ayer. El regidor, sí, descubrió allí que Ourense "no tiene mar" pero se cocina un pulpo estupendo, que el café con leche "está muy rico" y que su gobierno organizará una feria del terror animado por su estética gubernativa y el Belén de las últimas navidades. Viajar ayuda a conocer, también a que le conozcan. 


La estación que nos pone el espejo


El debate eterno sobre el AVE pone a Ourense ante el espejo. Somos incapaces de llegar a algún tipo de acuerdo sobre lo nimio o lo importante. Diez años con la murga de la estación parecen pocos y oiremos en lontananza la bocina de la locomotora y estaremos cuestionando la anchura del andén. La  discusión sobre el modelo ferroviario se homologa a los discursos de Fidel Castro, sobre todo el pronunciado en 1998 ante el Parlamento de Cuba, siete horas dándole al palique. Ahora, hasta Jácome llama a la rebelión. Algún día nos daremos cuenta que, también, Ourense se la juega en qué atractivo debe ofrecer cuando llegue el AVE. Entonces más de medio centenar de ciudades estarán ya conectadas. Ahí la responsabilidad municipal es obvia y Jácome convocará manifestaciones en su contra. Seguro.


Siempre mano dura


El policía local que entendía el multamóvil se había jubilado y encontraron a otro que aprendió su manejo. El Concello anuncia que vuelve recuperando viejas pedagogías: cuando la movilidad es compleja lo mejor es culpar al conductor y multar.


Al poner la lupa


Es como la subasta del coche oficial

El gobierno municipal ourensano se ha tomado la movilidad urbana muy en serio. Anunció la subasta del coche oficial del alcalde pero aún debe andar por las cocheras esperando que alguien pueda tunearlo. Quiso dar ejemplo usando el transporte público pero los taxistas no le facturan mucho más al Concello. El autobús, en precario, tampoco mola para el viaje de los munícipes. Es la diferencia entre la teoría y la práctica, como cuando dices que peatonalizas una calle y descuidas las que has cerrado ya. Cuando crees que peatonalizar es poner una señal de prohibido el paso.


El portafotos


OURENSE (CASA DO CONCELLO). 06/09/2019. OURENSE. Pleno ordinario del mes de septiembre. FOTO: ÓSCAR PINALMaría del Mar Fernández DibujaMaría Fernández Dibuja es concejala de Comercio y Seguridad Ciudadana del Concello de Ourense. Es uno de esos cargos que te hacen bola, como cuando no tragas la comida. De sus virtudes y capacidades, claro, no toca dudar. Los hechos hablan por sí solos y que el respetable los juzgue por esta vez. Cuando Jácome cogió el bombo con las bolas para repartir el gobierno (otra cosa es adjudicar tareas según virtudes) a ella le tocó lo que le tocó, que es como cuando el servicio militar tocaba en África. Un suplicio.

María se fotografió toda ufana al lado del "multamóvil", que ahora vuelve a funcionar. Esas imágenes le valen poco a un servidor público, no sé si le sirven para el Instagram. Posó al lado del utilitario que nos va a freír a multas con otros conmilitones del gobierno local, compañeros de armas en la campaña sancionadora.  No se sacó la foto en el lugar donde se habilitará un aparcamiento disuasorio, tampoco donde se planifica un estacionamiento subterráneo o presentando un conjunto de medidas para mejorar la movilidad urbana. No, posó ante el "multamóvil". Luego lo hará con el primer conductor sancionado, como hacen los cazadores poniendo un pie encima de la pieza y luciendo rifle. Bien pudo salir frente a un comercio del casco histórico, una especie de ciudad siria de Alepo . Que también es concejala del ramo.

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