TURISMO

El turismo rural se reinventa en la provincia para captar a nueva clientela

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photo_camera Una persona a punto de utilizar uno de los telescopios que ofrece Eido das Estrelas en Trevinca.

Los establecimientos ofrecen desde observación de las estrellas hasta viajes en globo aerostático

Los establecimientos de turismo rural de la provincia se reinventan desde hace unos años para abrir el abanico de sus posibles clientes, máxime en un momento en que tras los números de récord de hace dos años, el mercado turístico parece retraerse de nuevo, según dan a entender los indicadores de este 2018.

La oferta es variada y en la práctica totalidad de los casos apetecible. Empezando por la última incorporación, vuelos cautivos en globo aerostático. "Se trata de montar en un globo, amarrado a tierra, y donde se explica a los clientes todas sus características y cómo funciona para después elevarse sobre el suelo unos 20 metros", explica Javier Torquatti, dueño de Rectoral de Ansemil, en Celanova. La intención es que tras este primer paso se oferten viajes largos por el entorno.

No es el único elemento distintivo que ofrece. "Desde hace cerca de dos años contamos con un cargador Tesla para coches eléctricos, nos pareció una buena opción de futuro", explica. De hecho, ya hay otra casa rural, "la Casa da Feira Vella que creo que también lo ha instalado", apunta.

En A Veiga, en plena Peña Trevinca, está situada la casa rural Eido das Estrelas, puesta en marcha por Eduardo Martín, madrileño de 45 años, y Graci Ferruelo, parisina de 44. Empezaron "hace 11 años con un pequeño telescopio, antes de que este espacio fuera declarado destino Starlight -de hecho, ellos son guías titulados-; ahora tenemos dos telescopios de espejo y otro de lentes", explica Martín. Su apuesta por los amantes de las estrellas les funcionó, e incluso se adelantó a las propias instituciones. Reconocen que "el tema de la visión de las estrellas nos ayudó a crecer".

Pazos de Arenteiro es un conjunto de turismo rural que prácticamente se vende por sí mismo."Es una aldea con construcciones de los siglos XV al XVII y considerada Bien de Interés Cultural de Galicia", señala Ramiro Fernández, gerente de esta casa rural que, a partir de octubre, ofrece sus "Cenas criminales, en las que los clientes, tras la gastronomía, deben descubrir a un criminal o cómo salir de una estancia; un poco al modo del juego del Cluedo pero en vivo". Una experiencia que iniciaron el año pasado "y está teniendo muy buena acogida", asegura.

Como las rutas micológicas, "a pesar de que el año pasado el tiempo no acompañó mucho", señala Sara Martínez, de Casa Sabariz, en Rairiz de Veiga. Estas rutas recorren diversas casas de turismo rural "mostrando las características de cada seta", explica. Es solo una muestra de una oferta variada y que cada año... se reinventa.

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