TURISMO

Los turistas valoran la oferta pero creen que hay escasez de información

photo_camera Dos turistas supervisan el mapa de la ciudad, en los jardinillos del Padre Feijóo (MIGUEL ÁNGEL).
Los visitantes demuestran desconocimiento en temas termales y en problemas de movilidad y gestión del patrimonio románico

Los turistas que visitan la ciudad y la provincia alaban sus cualidades y ven potencial, pero piden más información, una mejor movilidad y critican la deficiente señalización, además de recomendar que no se caiga en el error de la masificación, ya que la tranquilidad es lo que más valoran. El turismo crece, pero los visitantes ponen deberes.


Más información


Una atención más amplia de la Oficina Municipal de Turismo es uno de los reclamos. "No nos ha gustado que un día festivo fuéramos por la mañana y estuviera cerrado –domingos y festivos abren a las 11,00 horas –", apunta Elvira González, que visitaba la ciudad con otras tres personas desde Madrid. En la misma situación se encontró el americano Richard Wagener, llegado de Ohio, que desconociendo que era festivo se topó con el cierre: "Estuvimos esperando para tener ayuda para ir por el Sil y habíamos planeado un día de exploración, pero no pudimos recibir información".


Mejor transporte y señales


Javier Barrientos hablaba en O Tinteiro de la "poca frecuencia" del tren de las termas. "Perdimos el de las 12,30 horas y no quedó otra que esperar hasta las 14,00 horas, lo que obligó a posponer la comida". También echó en falta "información en esta zona, porque realmente no hay nada, ni señalización". Para muchos, la ciudad es un descubrimiento. "Íbamos a Combarro (Pontevedra) y no sabíamos nada. Mi mujer miró en el móvil si había algo que ver en Ourense y vio lo de As Burgas. No nos sonaba de nada. Yo le dije, ¡pero si ahí no hay nada, para qué vamos a parar!, pero nos ha sorprendido", confesaba Antonio Sánchez, llegado de Barcelona con Ana María Pulido. Ella "sí lo había oído", aunque desconocía la existencia de As Burgas, que le sorprendió.

Rafael Núñez y Tatiana Voznyuk –oriunda de Ucrania– vienen de Tenerife para una ruta de 10 días con sus dos hijas, Natasha y Kateryna. "Aquí la catedral es famosa y nos ha parecido precioso el Pórtico do Paraíso", apuntó ella. Él fue el que hizo las veces de guía: "Había venido hace 12 años, la conocí porque mi cuñado es de un pueblo cerca de Luíntra". Aprovechando que vienen de boda al parador de Santo Estevo, disfrutaron de "miradores, monasterios, castillos...", dijo Tatiana.


Carreteras y GPS


Si algo les ha incomodado son las comunicaciones. "Las carreteras son muy malas. La zona de la Ribeira Sacra está mal señalizada, a veces nos perdemos por el navegador... Hay que mejorar", explica la ucraniana. Su compañero suaviza las críticas: "Lo compensa la gente, que es amable, y también dan muchos folletos e información, no está mal". En el debe, ir a las termas: "Hemos recorrido toda la provincia, nos faltaron las termas, ¡porque no sabíamos que había! No vinimos ni con bañadores", lamentan. Una pareja de jóvenes turistas portugueses, de Oporto, observaba ayer con atención As Burgas. "Fue casualidad, no conocíamos esto. Leí en el móvil tomando el café que estaban As Burgas y paramos. No sabíamos que era capital termal. También iremos a la catedral y la zona vieja. Venimos de Santiago, aquello es otra cosa, creemos que se come y bebe mejor...", explican Daniel Rodrigues y Fernanda Fernandes.

Otra pareja de portugueses, Tiago Oliveira y Mariana Raposo, vienen de paso. "Demos unha volta polo norte de España e quixemos parar antes de voltar a Portugal . Fixemos unha busca por internet, hai información da Xunta. É a primera vez, e temos boa sensación", relata él. "Fixemos noite, e hoxe fomos á catedral e collemos o tren das termas, estivemos nas do Muíño da Veiga. Voltamos e viñemos ás Burgas. Gustáronnos moito as termas. Só faltou que auga estivese máis quentiña, pero é gratis!", apuntó su compañera.


Sin masificación


Unos buenos fiscalizadores de la oferta son José Carlos Rodríguez, Francisco López, Elvira González y Ascensión Sanabria, llegados de Madrid. "Nos gusta visitar ciudades de interior, nos hospedamos en Chantada (Lugo) y nos movemos por la Ribeira Sacra y todo Ourense", explica López. "Se han preocupado de hacer un buen vino y una buena industria de bodegas, va para arriba", añade. "Hay que promocionar el turismo, pero de forma controlada. Vale más pocos y que dejen, que muchos y que estropeen", incide González. "Creo que el turismo aquí está en su punto, quizás le falta un poco más de gente. Hay que venir más, tenéis mucho", dice Rodríguez.


Más puntos informativos


No dudan en señalar lo que no les gusta: "Cuando buscas las bodegas, no encuentras información organizada de cuáles son visitables, los precios... Hay dificultades, adolecen de información centralizada", lamenta González. También echan en falta "algún punto de información, aparte de la oficina, en los lugares más turísticos" y mejor comunicación: "El viaje desde Lugo es una odisea".


Mejor gestión del románico


Una de las predilecciones es el románico, pero desata lamentos: "Da pena que con toda la cantidad de iglesias que hay muchas estén cerradas o abandonadas y no haya horario de visitas", sostiene López. "En años, los mayores seremos mayoría, cada vez nos gusta más viajar y las ciudades de interior irán a más", auguran. 

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