Las analíticas, a falta de que concluyan, detectaron la presencia de sustancias contaminantes porque exceden lo permitido

Los dos últimos vertidos al Barbaña revelan metales pesados en el agua

Aspecto que presentaba el río ayer. (Foto: Miguel Angel)
Las primeras analíticas realizadas en el laboratorio de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil revelan que tanto el vertido espumoso al río Barbaña del pasado viernes como el del lunes son contaminantes, ya que superan los parámetros admisibles.
Los reactivos, según confirmó el organismo de cuenca, dieron positivo a la presencia de dos metales pesados -zinc y fósforo- en las muestras tomadas el viernes. Los resultados de los análisis de las muestras tomadas este lunes también revelaron la presencia de fósforo por encima de los índices tolerados.

Por el momento, según aseguran fuentes de la Confederación Hidrográfica, no se puede detallar la composición exacta del vertido, a expensas de poder obtener una analítica completa que, entre otros componentes, especifique la presencia o no de detergentes. Estos últimos tardan entre cinco y seis días en detectarse. Es por ello que, por el momento, desde este ente no se atreven a entrar a valorar la gravedad del vertido. Lo que sí está descartado, según dicen, es que sea muy grave 'porque si no el ph del agua estaría muy descontrolado y habría mortandad'.

Los guardas fluviales adscritos a la Comisaría de Aguas de la Confederación acudieron ayer de nuevo al Barbaña para seguir analizando las aguas, tomando muestras en tres puntos distintos: a la salida de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de San Cibrao, aguas abajo y en la desembocadura con el río Miño. Este protocolo se repetirá en los próximos días -tal como confirmaron- 'para hacer un seguimiento de la calidad de las aguas del Barbaña'.

Por el momento, según confirmaron desde la Comandancia de la Guardia Civil, no se detectó la afectación de la fauna piscícola.

La presencia de sustancias contaminantes determinará la apertura de un expediente sancionador contra el Concello de San Cibrao, en tanto que se rebasan los parámetros máximos que pueden contener los vertidos autorizados desde la EDAR de propiedad municipal, aunque con gestión privada, de acuerdo con las características del medio receptor.

En lo que va de año, esta es la tercera ocasión en que la depuradora, a través de su red de colectores, derrama metales no permitidos al dominio público hidráulico susceptible de contaminar las aguas continentales. Sin olvidar que la mortandad de 17.000 peces de junio de 2009 le puede suponer una sanción de hasta 600.000 euros.

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