La financiación de este servicio social, que se ofrece en las instalaciones del CHUO, cae a consecuencia de los recortes

La Unidad de Adicciones abre un conflicto entre Concello y Sergas

Marga Martín, en su comparecencia de ayer.  (Foto: MARCOS ATRIO)
El convenio entre el Concello de Ourense y la Xunta para el servicio de la Unidad de Conductas Adictivas ha abierto otro conflicto entre ambas instituciones.
La edil de Benestar Social, Marga Martín, criticó ayer los recortes de la Xunta para este programa, alegando que siempre se habían financiado por anualidades, pero ahora el Sergas ha ampliado su vigencia a 15 meses, a la vez que reduce la partida correspondiente. En concreto, la edil señalaba que la Xunta plantea un convenio para el año 2013 y hasta marzo de 2014 por 402.878 euros, frente a los 443.634 que había aportado en los 12 meses de 2012, lo que se traduciría en una reducción del 27%. Martín añadió que el descenso se suma al que se viene registrando desde 2009 (cuando la administración autonómica había abonado 520.000 euros).

Desde el Sergas, no obstante, argumentan que la partida de 403.000 euros corresponde sólo a 2013 (con lo que cifran su reducción en un 9%), si bien se amplía hasta marzo de 2014 el plazo para remitir las facturas del ejercicio (pues en otros años se producían problemas para contabilizar las del último trimestre, que llegaban ya al año siguiente), con lo que consideran que así que se facilita la tramitación.

Desde el Concello insisten en que'no figura así en el convenio', según alega Marga Martín, remitiéndose al documento en el que consta que 'o presente convenio estenderá a súa vixencia dende a súa sinatura ata o 31 de marzo de 2014' y que se atenderán os pagos 'dende o 1 de xaneiro ata a data límite prevista para a presentación da documentación xustificativa, o 7 de marzo de 2014'. A mayores, la Fegamp (entidad que tramita el convenio entre la Xunta y los 13 concellos gallegos con este servicio) remitió una notificación al Concello en la que le especifica que a Ourense le corresponden 402.878 euros para los gastos 'do periodo comprendido entre o 1 de xaneiro de 2013 ao 7 de marzo de 2014'.

RECLAMACIÓN

Ante la reducción de la partida autonómica, el Concello 'ten que chegar onde a Xunta non chega', y en 2012 tuvo que asumir más de 200.000 euros (ya que el coste real fue de 650.000 euros, cuando la Xunta había aportado 443.000).

Así las cosas (y teniendo en cuenta también que el servicio atiende a pacientes no sólo de la ciudad, sino de otros 82 municipios de la provincia), el Ayuntamiento ourensano va a reclamar a la Fegamp que convoque una reunión entre los 13 concellos gallegos que prestan este servicio, y solicitará que sea el Sergas el que asuma su gestión. 'Trátase dunha prestación sanitaria e é o Sergas o que debe ofrecela', manifiesta Martín.

Desde el Sergas, no obstante, alegan que es un servicio que en ninguna autonomía se incluye en el sistema de salud, pero al que se aporta financiación a través de los correspondientes convenios. Añaden, que el caso de Ourense es el único de Galicia cuyas dependencias están en el Hospital (en los demás concellos se ubican en edificios municipales), lo que supone también que los gastos fijos los asume la administración autonómica.

Atención “a un problema real de nuestra sociedad'
La Unidad de Conductas Adictivas ha atendido a más de 3.000 usuarios desde su creación en el año 1991, según explica su director, el médico psiquiatra Gerardo Flórez Menéndez. En los primeros años de actividad, predominaban los pacientes con adicción a la heroína, si bien luego se fue extendiendo a otras sustancias, como cocaína o cannabis, y cuenta también con una unidad de alcohol, juego o tabaco, ya que frecuentemente suelen darse varias adicciones. 'Es difícil que tengan únicamente un consumo', manifiesta.
El perfil de los usuarios es fundamentalmente el de varones (en torno al 80%, estima), fundamentalmente en tres rangos de edad: mayores de 40 años que se iniciaron en la 'epidemia' de heroína, jóvenes de entre 20 y 30 años con problemas con cocaína, cannabis y alcohol, e incluso menores de edad, sea con cannabis exclusivamente o policonsumo.
La unidad ofrece 'un tratamiento ambulatorio integral, con una asistencia que cubre la parte médica, psiquiátrica, psicológica y social', indica Gerardo Flórez, con el fin de abordar todas las necesidades de los usuarios. 'Es un problema crónico, que requiere un seguimiento de años', manifiesta el psiquiatra, alegando que, de media, el tratamiento suele prolongarse durante unos dos años.

869 historias abiertas
Actualmente, la Unidad de Conductas Adictivas tiene 869 historias abiertas, de las que 179 se iniciaron el año pasado, si bien la cifra total de usuarios se ha mantenido más o menos estable en los últimos años.
Flórez destaca la necesidad de que se mantengan los estándares en la prestación de este servicio, argumentando que 'es una atención necesaria ante un problema real en nuestra sociedad'.

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