UNIVERSIDAD

La urbanización sin acabar impide reabrir la Residencia Universitaria

photo_camera Obras de urbanización de la parcela de As Lagoas, en los terrenos contiguos a la Residencia Universitaria, que se encuentra al fondo.

El recinto, cerrado por segundo curso consecutivo, sigue pendiente de los trabajos que acomete la Junta de compensación de la zona, aunque fuentes municipales esperan que pueda estar operativa durante el actual curso

Alcanzar el ecuador de septiembre es sinónimo de vuelta a la actividad lectiva a todos los niveles educativos. Para aquellos foráneos que quieran iniciar sus estudios en el Campus, se repite un problema que ya data de un año atrás: la Residencia Universitaria 'As Burgas' sigue cerrada.

El edificio, situado en la avenida Alfonso Rodríguez Castelao, un punto estratégico entre los dos entornos universitarios de la ciudad, cesó su actividad en agosto de 2014 tras 12 años de funcionamiento, como consecuencia de una sentencia que anuló su licencia de ocupación, al entender el juez que el recinto operaba sin tener su entorno urbanizado.

A pesar de los meses de negociaciones entre todas las partes implicadas en el proceso, Concello, Universidade de Vigo, Siresa Noroeste –gestora del recinto– y la junta de compensación de los terrenos donde se ubica el inmueble, lo cierto es que la Residencia 'As Burgas' permanece inoperativa justo cuando las aulas recuperan su vida.

Sin embargo, este polígono urbanístico –que se corresponde con la zona 4 del suelo urbano 25, según el PXOM de 2003– lleva desde comienzos de año sometido a las obras de urbanización que exigía la sentencia judicial, financiadas por la propia junta de compensación. Los propietarios señalan a la Universidad como responsable de los terrenos y, por tanto, de los costes de los trabajos que afectan al entorno de la Residencia.

Por voz de su abogado, Antonio Feijóo Miranda, la junta de compensación lamenta que la institución académica desoiga las llamadas al diálogo, ya que "por un convenio firmado con el Concello en 1998, adquirió los compromisos de urbanizar los terrenos al tiempo que construían la residencia".

Es más, es la Universidad la única de las cuatro partes afectadas "que no ha hecho absolutamente nada, ni piensa contribuir al alto coste de estas obras", lamentan desde la junta de compensación, que pagará los trabajos "cuando no tiene por qué". Mientras, la voluntad de los propietarios es "urbanizar el polígono cuanto antes", para lo que agradecen el apoyo que desde el Concello se ha recibido para buscar vías de diálogo y agilizar la urbanización del entorno circundante a la Residencia. Si la situación no cambia, Feijóo Miranda apunta que "habrá que ir por la vía judicial contra la Universidade de Vigo; no nos queda otro remedio".

Convenios por los terrenos

La Universidade de Vigo, por su parte, ha manifestado sus deseos de que la junta de compensación complete las obras, para que a continuación Siresa pueda obtener las licencias de apertura pertinentes. No obstante, dicen ser ajenos al asunto, ya que la ejecución de los trabajos y la obtención de licencias "non nos corresponde, non está nas súas mans a solución do tema".

El concejal de Urbanismo, José Cudeiro, defendió el "buen ritmo" al que marchan las obras, después del acuerdo alcanzado por la empresa gestora de la Residencia, la junta de compensación y el Concello, un optimismo que traduce en una posibilidad abierta de que el recinto esté operativo en este mismo curso académico.

Con todo, la junta de compensación se ha topado con dos problemas: uno, el realojo de residentes en la zona, que pretenden hacer "de forma ordenada y que no suponga perturbaciones graves"; y otro, la propia complejidad de los trabajos. "Estamos trabajando en doble turno desde hace cinco meses, sábados incluidos", destaca Feijóo.

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