EDUCACIÓN - OURENSE

El uso del móvil en las aulas divide a educadores y padres ourensanos

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photo_camera Estudiantes consultan sus aparatos telefónicos al salir de clase.

Desde colegios e institutos abogan por la prohibición, mientras que las familias piden otras soluciones

Con el inicio del curso escolar en la ciudad, el uso del móvil en los centros salió a la palestra. En la mayoría, está totalmente prohibido, en otros, casi. Una asignatura pendiente a la que todavía queda dar una solución que convenza a todas las partes implicadas: profesores, alumnos y padres.

"O móbil xa non é para falar, agora serve para enviar fotografías e vídeos, é outro tipo de problema", afirma Carlos Varela, director del Instituto As Lagoas. El aumento del uso de las redes sociales entre los más jóvenes, así como de la divulgación de imágenes a través de ellas, no pasa desapercibido para sus educadores. "No saben lo que hacen en absoluto, por mucho que intentamos trabajar a nivel digital con ellos, no son conscientes de los peligros", apunta Ana María Otero, administradora general del Guillelme Brown.

Los profesores piden la colaboración de las familias que, en algunos casos, están a favor de que los alumnos lleven teléfonos a clase. "Les regalan móviles muy pronto a los niños, los más pequeños de primaria ya lo tienen", explica Yolanda Álvarez, directora de Carmelitas. En respuesta, el colectivo de anpas de la ciudad pide reflexión ante la prohibición total: "¿Por qué te tienen que quitar un móvil que tienes en el estuche y con el que no estás molestando a nadie? José Antonio Álvarez Caride, presidente del colectivo de madres y padres, cree que "tenemos que ser comedidos" y pensar en "todos". "Hay familias que quieren que sus hijos les envíen un mensaje cuando llegan a clase, porque cogen el transporte público o porque van caminando solos", razona. La sanción por emplear el móvil dentro del recinto, saltándose la norma, pasa por el comiso de los móviles. Según los educadores, una amonestación "leve"; para los alumnos, una "tragedia"; y para padres, confiscarlo "no es la solución". 


La Xunta prohibe la "comunicación" en las clases, pero permite el uso "pedagóxico"


Las directrices de la Consellería de Educación prohiben teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos como "mecanismos de comunicación" dentro del período lectivo de los centros educativos gallegos, aunque permite que los colegios e institutos establezcan normas para su "correcta utilización" como "ferramenta pedagóxica", dentro del contexto en el que la Xunta impulsa las competencias tecnológicas entre el alumnado. En cuanto al uso del aparato telefónico fuera de las aulas (en pasillos, jardines y patios), la Consellería deja en manos de cada comunidad educativa la posibilidad de legislar al respecto, con el objetivo de que se valore la situación de forma individualizada desde el equipo directivo y el claustro de profesorado. 


Los centros piden concienciación y colaboración por parte de las familias


Los directores comparten la opinión de que el uso del teléfono todavía es una "lucha" a la que hacer frente desde la sensibilización, tanto en clase como en casa. "Hacemos mucha campaña de prevención y concienciación, pero sigue siendo un tema muy complejo, porque cuando ponen un pie fuera...", comparte Yolanda Álvarez. "Era una necesidad controlar este tema, porque el móvil no es un teléfono, es un ordenador con el que los chicos pueden hacer barbaridades sin darse cuenta", razona Ana María Otero. "O uso deste aparato provoca problemas de convivencia para os que precisamos a axuda dos pais", señala Carlos Varela. Desde el Sexto Instituto, su director, Carlos Criado, también destaca la importancia de la concienciación.


El presidente de las Anpas: "Hay que trabajar desde el diálogo entre todos"


"Si les prohíbes, no los haces más autónomos", explica José Antonio Álvarez Caride. "Si le dejas llevar el móvil al colegio, con la condición de que no lo usen dentro de las clases y no lo cumplen, entonces es cuando hay que revisar y tomar decisiones", argumenta. El presidente de las anpas puntualiza que las causísticas son muy distintas en cada caso individual, por lo que es necesario legislar desde las direcciones utilizando "el sentido común". Así, también recuerda que para algunas familias, el móvil supone "tranquilidad", ya que les permite saber dónde están sus hijos. "Si no se acepta que lleven móviles, entonces que los centros ofrezcan otros mecanismos para saber que los niños están en clase, distintos a los que hay actualmente", exige.


Estudios, hablan de confusión, pérdida de la concentración o sensación de soledad


El ourensano Javier Pérez Carrasco, docente en un instituto público de la provincia de A Coruña, está inmerso en una investigación con alumnos de 4º de la ESO de su centro y de otros de la zona, a los que encuestó sobre el uso del móvil. "Es curioso que más del 50% de los estudiantes cree que no soluciona sus sentimientos de soledad", apunta. Del mismo modo, los alumnos reconocen que el teléfono no mejora sus capacidades de comprensión o expresión. "Es una herramienta confusa, porque aunque puedes manejar mucha información, no tienes las herramientas para hacerlo", comenta. Por otro lado, la "atractiva" interacción con las tecnologías disminuye su atención con lo analógico: "Al final, si no hay ruidos y lucecitas, no interesa".

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