La segunda dosis de la vacuna de Pfizer ya comenzó a administrarse entre usuarios y trabajadores de los centros de mayores de la provincia. Por ello, los equipos de vacunación del área sanitaria ourensana se dieron cita ayer en el CHUO para hacer balance de lo que ha sido hasta hora este reto de inmunización, que suma más de 11.000 ourensanos con la primera dosis entre las residencias de mayores y personal sanitario de la provincia. "De momento está saíndo todo ben, sen incidencias entre os máis de 8.000 usuarios e traballadores de centros de maiores", señaló Josefa Rodríguez, coordinadora asistencial.
La respuesta en los sitios a los que acudieron a vacunar fue "impresionante" y ahora regresarán para completar el ciclo de inmunización. "Están todos moi contentos e coa esperanza de poder estar de novo coas súas familias", expresó Rodríguez. En el caso de las residencias que cuentan con brotes activos, aguardarán por los negativos para programar la segunda dosis.
A nivel logístico, la coordinadora de esta área, Loli Durán, destacó que todo se está llevando a cabo "en tempo", según lo previsto. "Cada día imos marcando axenda como nos indican dende Saúde Pública, tendo en conta incidencias como residencias con brotes", apuntó Durán. La orografía de la provincia y el número de centros diferenció la campaña ourensana de otras en Galicia, aunque no impidió que las dosis se entregaran en todas las residencias. "Requeriu un esforzo e unha coordinación maiores, pero todo saiu ben", valoró.
En este operativo también destaca el trabajo administrativo, que facilita el control sobre material o personas vacunadas. Ángel Vázquez es el encargado de coordinar esta parte más burocrática. "Mi trabajo es unificar toda la información en un único documento para que las coordinadoras tengan un acceso más sencillo a todo tipo de datos sobre la campaña", detalló.
Recibidas entre aplausos
Andrea Álvarez, Tania Álvarez, Gemma Rodríguez y Carla Correia componen los dos equipos de vacunación que se ocupan de la comarca de Valdeorras. Su recorrido por las residencias generó un buen número de anécdotas, aunque lo que más les impactó fueron un par de recibimientos entre aplausos en San Xoán de Río y A Veiga. "Parecía que entrabamos como megaheroínas e sempre nos dan moitos pinchos, debe parecer que imos con moita fame", bromeó Rodríguez, coordinadora de esta área.
Con cariño recordaron a dos usuarias, una de 107 y otra de 101, que se mostraron encantadas con la vacuna. "A experiencia está sendo moi gratificante porque nos reciben con moita ledicia e, como enfermeiras, é unha satisfacción a nivel profesional, pero tamén como netas que somos", contó. El mensaje que más le transmiten todos esos mayores, las ganas que tienen de reencontrarse con sus familias.