Desescalada

“Vamos a poder ir antes al bar que a despedir a un padre"

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photo_camera Un trabajador de la funeraria La Paz, en uno de los entierros en tiempos de coronavirus.
Los funerarios instan a que se permita abrir sus instalaciones limitando el aforo sin esperar al 11 de mayo

Los cementerios de la provincia ofrecen desde el pasado día 14 de marzo, cuando entró en vigor el estado de alarma, una de las escenas más dolorosa del coronavirus. Numerosas personas recibieron sepultura sin funeral y sin la presencia de familiares en el entierro. La actual norma solo permite la presencia de tres personas siempre que el fallecimiento no sea atribuido al coronavirus. En caso de ser una víctima de la pandemia, va directamente al panteón. Los únicos acompañantes son los trabajadores funerarios.

Los responsables de las empresas de pompas fúnebres lamentan el "mal trago" que vivieron en las últimas semanas muchos ourensanos y piden que, una vez dada a conocer la hoja de ruta de la desescalada, se permita abrir ya los tanatorios para velar a los muertos. La apertura sería limitando el aforo y estableciendo todas las medidas de seguridad. "Con la actual previsión, casi se va poder ir antes al bar que a despedir a un padre", lamenta el presidente de la Asociación provincial de Pompas Fúnebres, Antonio García-Aliende.

La apertura de los tanatorios al igual que la de los templos religiosos está prevista en la primera fase, que, según dio a conocer el Gobierno central, comenzaría a partir del 11 de mayo, estableciendo medidas como la limitación del aforo.

Los funerarios destacan el buen comportamiento que viene manteniendo los ourensanos. "A la mayor parte de las familias ya no hace falta explicarles la actual situación. Suelen estar presentes dos personas solas y respetan la distancia de seguridad", apunta Antonio Garcia-Aliende.

Su argumento es compartido por Francisco Javier Gómez, gerente de Pompas Fúnebres Amapa. "Ahora mismo, un entierro es doloroso hasta para nosotros. Pero los familiares suelen respetar las restricciones. En caso de ser el entierro en un pueblo, muchas veces los vecinos ni se enteran porque no se están colocando esquelas", asegura.

Las esquelas se repartirán cuando las familias, cuando se alcance la llamada nueva normalidad, decidan organizar el funeral por sus seres queridos. Raúl Álvarez es responsable de la funeraria La Paz. "Di sepultura a personas con una oración mía y de mi compañero. Sin ninguna otra persona", recuerda, puntualizando que esta situación es "muy dolorosa" y esto se debe tener en cuenta para ponerle fin lo más pronto posible. Todas las empresas conocemos las normas y somos los primeros interesados en luchar contra la pandemia; cuando podamos haremos todos los funerales", asegura.

Las fuerzas de seguridad vigilan que se cumplan las normas en cada uno de los funerales. Los agentes no tramitaron ninguna sanción por aglomeración de personas en el cementerio.

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