Los cadáveres de Delia y José Antonio Arbor, de 85 y 57 años, fueron hallados en su casa de Carreira de Louredo

Un vecino de Maside mata con un leño a su madre y después se ahorca

El furgón de los Servicios Xudiciais abandona la vivienda de Carreira para trasladar los dos cadáveres a Ourense. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Dos personas aparecieron muertas al mediodía de ayer en su vivienda de Carreira, localidad de la parroquia de Louredo (Maside). Se trata de Delia Arbor Rodríguez, de 85 años, y su hijo, José Antonio, de 57 (con los mismos apellidos al ser hijo de madre soltera).
A las 12.30 horas, una vecina del pueblo llamó a la Guardia Civil de Carballiño al descubrir ambos cuerpos de las víctimas bajo un alpendre de un patio interior de la casa, en la que vivían solos.

Una vez llegados allí los agentes, hallaron los dos cadáveres: la mujer con un fuerte golpe en la cabeza y el de su hijo colgado por el cuello de una cuerda sujeta a una viga. Las primeras conclusiones de la investigación apuntan a que José Antonio Arbor golpeó a su madre con un trozo de madera procedente de un roble hasta causar su muerte y luego se subió a una escalera para terminar con su vida con una soga (mediante asfixia). Esta tesis queda sustentada por la sangre que apareció tanto en el leño utilizado como en sus manos y en el soporte que utilizó para colgarse. Además, queda descartado cualquier tipo de intervención exterior en las muertes, ya que la Guardia Civil encontró todo el mobiliario y dependencias de la vivienda en perfecto orden, sin que se apreciasen indicios de un robo.


RELACIONES NORMALES

La sorpresa ante este luctuoso suceso cundió entre los más de 40 vecinos de las víctimas en Carreira, ya que ambos hacían una vida normal y en sus relaciones nunca se notó ningún tipo de discordia ni enfrentamiento. Sin embargo, fuentes cercanas de la investigación indicaron que José Antonio Arbor, también soltero, estaba sometido actualmente a un tratamiento psiquiátrico por depresión, y que quizá sufrió una crisis en el momento de cometer el crimen. Las mismas fuentes señalaron que la rigidez de los cádaveres reflejaba que hacía pocas horas que se había producido la muerte.

Pasadas las tres de la tarde, llegaron a Carreira la titular del Juzgado de Instrucción número dos de Carballiño y un médico forense, con el fin de efectuar el levantamiento de los cadáveres. Media hora más tarde hizo su aparición un furgón de los Servizos Xudiciais del Instituto de Mediciña Legal (Imelga) de la Xunta, con otros dos técnicos, mientras el vehículo de una empresa funeraria contratada por la familia estaba estacionado en las inmediaciones.

Finalmente, el furgón se adentró en el patio interior de la vivienda de Delia y José Antonio para trasladar los cuerpos sin vida al tanatorio del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), con el objetivo de practicar las pertinentes autopsias.

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