Caza

Vecinos y animalistas acusan la “inseguridad" de las batidas

La asociación "Matar por matar non" reclama la limpieza de monte en Punxín para facilitar las batidas de cazadores.
photo_camera La asociación "Matar por matar non" reclama la limpieza de monte en Punxín para facilitar las batidas de cazadores.
Colectivos como "Matar por matar non" reclaman ajustar la ley de la caza a favor de los ciudadanos

La práctica de la caza levanta cada vez más polémica en la provincia, en la que tanto colectivos animalistas como vecinos afectados señalan la "inseguridad" de las batidas que se realizan en entornos próximos a aldeas habitadas y carreteras. No faltan voces críticas contra la actual Lei 13/2013 de Caza de Galicia por otorgarle "más derechos" a los cazadores que a los vecinos, que muchas veces ven alterados sus recorridos habituales a causa de las cacerías. 

Desde el pasado mes de octubre, cuatro cazadores fueron víctimas de batidas en la provincia –uno de ellos falleció– por no respetar las normas establecidas para evitar accidentes. La Lei de Caza no permite que las armas estén cargadas en las "zonas de seguridad" –donde puede haber personas– salvo autorización expresa, pero para muchos "no es suficiente" para salvaguardar la seguridad de los viandantes. "Non é a primeira vez que chamo ao Seprona porque vou co coche, hai batida , teño que pasar e non queren descargar a escopeta", explica Julio Rodríguez, de la asociación "Matar por matar non". 

En municipios como Punxín, los vecinos reclaman la "permisividad" de las administraciones con los cazadores, y recuerdan que las batidas se realizan en fincas privadas, sin consentimiento de los propietarios. "E só fai falta darse un paseo polo monte para ver como se está desbrozando para facilitar que vaian a cazar, xente que nin é deste municipio", asegura Rodríguez. 

Los campeonatos

Las asociaciones animalistas piden desde hace años que se prohíban los campeonatos de caza por ensalzar este tipo de prácticas, "amparadas por el paragüas" de las instituciones públicas. 

En el caso gallego, Libera! acaba de recoger más de 60.000 firmas contra los campeonatos de caza de zorro, para pedir su prohibición. "En Ourense aínda se organizan na zona de Xinzo de Limia, o que pasa é que mantense o escurantismo para evitar que haxa una resposta social. Ademais, o campeonato faise no entorno da Lagoa, unha zona protexida pola riqueza de fauna e flora", apunta Rubén Pérez, portavoz de Libera!. En el año 2012, activistas del colectivo Equanimal intentaron impedir la celebración del evento –el boicot provocó enfrentamientos con los cazadores–. 

Los perros

Las perreras de la provincia reciben cada año a numerosos perros de caza abandonados y con síntomas de recibir malos tratos –falta de alimentación, heridas, ematomas–. "Nosotros lo notamos mucho, la verdad. Sobre todo acogemos a podencos", explican desde Pro Animales Verín. "La mayoría de los perros son podencos y la verdad es que llegan en mal estado. Algunos, abandonados, y otros se pierden en el monte cuando hacen las cacerías", apuntan. Los podencos y los galgos son dos de las razas más afectadas, ya que son las más comunes en caza.



“Matar aos xabaríns non pode ser o único plan"

La Consellería de Medio Ambiente decretó el pasado mes de septiembre el estado de emergencia cinegética temporal en 33 municipios de la comunidad por presencia de jabalíes. La decisión abrió la puerta a la caza diaria de los animales hasta el pasado mes de febrero y levantó polémica entre la ciudadanía. 

Libera! presentó una reclamación en el Valedor do Pobo por considerar la peligrosidad de la medida para la especie y el entorno medioambiental –el plomo de las balas empleadas por los cazadores acaba contaminando la zona–. "Non pode ser que matar xabaríns sexa o único plan da Xunta", explica Rubén Pérez, portavoz de la asociación. Los defensores de los animales reclaman a la administración informes científicos que avalen la utilidad de la medida: "Sen coñecer a opinión dos expertos non coñecemos que está pasando coa poboación de xabaríns, pode ser que non haxa máis, pero que se estén movendo de zonas forzados por outro tipo de factores". 

El año pasado, la Xunta implantó, para evitar la entrada de jabalíes en zonas urbanas, la caza con arqueros profesionales –habilitados con un curso de la Federación Galega de Caza–, que ya se está llevando a cabo en diversas zonas de la comunidad. "Non podemos normalizar algo así: a Administración terá que tomar outras medidas preventivas, como pastores eléctricos ou rozar máis fincas, sobre todo nos entornos periurbanos. Está claro que non hai ningunha medida máxica, pero tampouco hai estudos de que a caza sexa a máis efectiva", explican desde la asociación animalista. "Ademais, a Xunta nunca elaborou información para acreditar que os arqueiros van mellorar a situación dalgún xeito", añaden. 

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