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Vecinos de los “okupas" de Verín ponen avisos de que sus casas están habitadas

Una de las chabolas, situada cerca del Hospital Comarcal (A.R.)
photo_camera Una de las chabolas, situada cerca del Hospital Comarcal (A.R.)

Lo advierten con carteles para evitar que sean tomadas por viviendas vacías

Los vecinos más cercanos a los "okupas" de Verín decidieron colocar carteles en sus balcones y ventanas para advertir que sus viviendas son "propiedad privada" por temor a que sean tomadas por ´viviendas vacías. Los carteles cuelgan en al menos tres viviendas, cuyos dueños permanecían en la mañana de ayer con las ventanas y puertas cerradas.

La iniciativa es compartida por los propios "okupas" al entender que puede haber familias que se instalen en la casa creyendo que está vacía, "porque si sabe que está siendo utilizada, ya no la cogen", explicó uno de los "okupas", recordando que ellos se metieron en las viviendas "porque sabíamos de antemano las que estaban libres y que no eran de ningún vecino, sino de la Administración", añadió.

Los "okupas", nueve familias en total, son vecinos de etnia gitana domiciliados en Verín, que hasta el momento residían en chabolas.

La fuerzas de seguridad, Guardia Civil y Policía Local, no descartaban ayer nuevas ocupaciones de viviendas, dado que en las condiciones en que residían los actuales "okupas" aún quedan otras 30 familias, repartidas en pequeñas chabolas por A Rasela, A Veiga, Primero de Mayo, Caldeliñas y Queizás, localidades situadas en los alrededores de la villa. Las viviendas ocupadas son propiedad de Fomento y la Consellería de Medio Ambiente y están situadas entre las calles San Rosendo y San Antón. Los nuevos inquilinos insisten en que no molestan a nadie y solicitaron una reunión con el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, para negociar el pago de los recibos de agua, luz y alquiler antes de ser desalojados, petición que no llegó a ser atendida. Jiménez Morán recordó el pasado viernes que se preocupa y lleva ayudado mucho al colectivo gitano pero no acepta que tomen viviendas.

Algunos de los "okupas" se atrevieron a enseñar ayer las chabolas que hasta el momento fueron sus casas, todas compuestas por bloques de hormigón, carentes de cualquier servicio básico. Es más, son pequeños habitáculos que hacen de salón, cocina y dormitorio.

El caso más sangrante el de Marisol S., una mujer viuda que ya no tiene fuerzas para ocupar ninguna vivienda, que duerme con sus tres hijas de corta edad en un pequeño habitáculo sin ventilación. La ducha es una bañera en la calle.

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